Psicologa en torneos infantiles (artculo de Gema Sancho) 464b25
mircoles, 29 septiembre 2021, 10:45
Durante los pasados das 17, 18 y 19 de septiembre tuvo lugar en la ciudad madrilea de Alcobendas el torneo internacional de ftbol sub-14 Madrid Football Cup. A lo largo de estos das, los doce equipos participantes que compitieron intensamente para lograr llevarse la victoria, que finalmente obtuvo el FC Barcelona en una emocionante final contra el PSG.
Madrid Football Cup se convirti en estos das en la gran fiesta del ftbol de formacin. Un torneo internacional que agrup a los mejores equipos europeos, con jvenes jugadores que posiblemente veamos en un futuro prximo continuar su carrera profesional con xito en este bello deporte.
El torneo destac por una organizacin brillante, en una poca complicada para este tipo de eventos, reflejo del fantstico equipo humano encargado de las diferentes labores del torneo. Sin duda, las personas marcan la diferencia.
Pero, adems, fue un torneo en el que los valores del deporte estuvieron en todo momento muy presentes. Me quedo con el recuerdo de algunos bonitos gestos de los deportistas, como el de un jugador animando a su compaero desolado tras la derrota, o el de otro disculpndose al finalizar el partido por un empujn que haba dado a un adversario sin baln. El jugador no slo se disculp ante el jugador rival, sino que despus agradeci a los colegiados que le hubieran corregido la accin en el partido. Su entrenador, por su parte, tambin haba actuado sacndole del terreno de juego en el momento de la falta, ensendole que ese no era el camino.
Respeto y deportividad entre los jugadores, y tambin entre el pblico. Gritos de nimo, cnticos e incluso carracas y tambores, pero sin insultos ni malos modos. Un comportamiento ejemplar. A todo ello contribua tambin el buen ambiente generado por el personal de la organizacin del evento, llamando al orden cuando era necesario, pero siempre de manera educada y con una sonrisa.
Otra emotiva escena tuvo lugar durante la entrega de medallas. El primer y segundo equipos clasificados se colocaron frente a frente en el terreno de juego. El equipo campen entreg a los subcampeones la medalla de plata y stos entregaron a su vez a los campeones la medalla de oro. Un precioso gesto de respeto mutuo que contrasta con los que hemos visto en ocasiones a nivel profesional, cuando los jugadores se quitan inmediatamente la medalla de plata del cuello o incluso no llegan siquiera a querer colgrsela.
Un torneo vistoso, alegre y divertido, que tambin dejaba entrever algunas dificultades. A lo largo de toda la competicin se palpaba el estrs entre los jugadores. Eran muchas las expectativas puestas en ellos. Para unos chicos de 13 o 14 aos resulta difcil gestionar esa presin. No slo se trataba de competir en un torneo internacional contra los mejores equipos y los mejores jugadores, sino de hacerlo lo mejor posible.
El conocimiento de la existencia de ojeadores en el torneo poda ejercer una presin extra a travs de los familiares de los jugadores, por lo que resultaba de vital importancia el manejo que stos hicieran de la situacin. Muchos jugadores estaban nerviosos, tensos, y algunos incluso reflejaban en sus caras la preocupacin por no defraudar las expectativas puestas en ellos.
Al estrs propio de la competicin se le puede unir el estrs que se traslada desde los hogares. En estas situaciones, los mensajes de falsa confianza del tipo "seguro que ganis", "vas a ser el mejor", "seguro que metes un gol", "tenis que llevaros la copa", etc., no ayudan. Tampoco ayudan las malas caras o, peor an, las crticas cuando las cosas no salen como se hubiera querido, mientras que los buenos resultados van acompaados de halagos, fotos para las redes o regalos. Sin darnos cuenta, a travs de este tipo de comportamientos, podemos hacer que nuestros hijos lleguen a asociar su vala personal con los xitos deportivos. Y ese es el mejor camino para conseguir que nuestros hijos vean afectada no slo su autoconfianza sino tambin su autoestima.
El apoyo a nuestros hijos debe ser incondicional, valorando su esfuerzo y su mejora continua por encima de los resultados.
Otra dificultad asociada a un torneo de estas caractersticas es la gestin que los propios entrenadores hacen de la situacin. Tambin estn en juego para ellos sus propias expectativas de resultados y su posible trascendencia a nivel profesional. Y en este sentido, lo ms importante es la capacidad que tengan estos entrenadores de no proyectar sus propias necesidades en sus jugadores sino saber trasladar las indicaciones oportunas a nivel tcnico y tctico, transmitiendo serenidad a los deportistas. La comunicacin cobra, ms que nunca, un papel fundamental.
A medida que avanzaba la competicin resultaba evidente que los equipos a priori favoritos sufran una mayor presin. Se esperaban de ellos grandes resultados. Por eso era tan importante la gestin que sus entrenadores hicieran tanto de las victorias como de las derrotas.
Cuando un entrenador, movido por su propia frustracin, abandona el terreno de juego tras la derrota protestando, echndole la culpa al rbitro, a las lesiones, o a cualquier otro factor externo, le est haciendo un flaco favor a sus jugadores. l es ejemplo, no debe olvidarlo. Y por mucho que duela la derrota, se debe reconocer el acierto del rival, as como aprender de los errores cometidos, reforzando tambin todo lo positivo que ha realizado el propio equipo. En deporte de formacin ste es un aspecto clave para el desarrollo deportivo de los jugadores.
Para visibilizar su importancia, el torneo otorg el premio al mejor entrenador. En esta ocasin recay en el cuerpo tcnico del Rayo Vallecano. Este equipo fue el cuarto clasificado, pero mereci el galardn ya que su entrenador, adems de su buena gestin deportiva, supo manejar perfectamente todas estas situaciones con sus jugadores.
Torneos de este nivel ponen a prueba no slo la calidad fsica, tcnica y tctica de los equipos sino tambin su fortaleza mental para afrontar situaciones muy estresantes de competicin. Son torneos muy bonitos, en los que brillan la deportividad y el buen ftbol, convirtindose en una fiesta inolvidable.
Una vez terminado, slo nos debe preocupar la posible resaca de esta fiesta para algunos jugadores, tanto para los que han sido premiados o sealados positivamente por su calidad, como para aquellos que se han sentido en clara inferioridad respecto a sus rivales. Unos y otros deben aprender a relativizar, dndole la importancia justa al resultado, y continuar con su desarrollo deportivo a travs de los objetivos de realizacin, es decir, aquellos objetivos relativos a mejoras en aspectos tanto a nivel fsico, tcnico, tctico como psicolgico que dependen de ellos y que les harn ser mejores futbolistas y mejores deportistas.
Gema Sancho, psicloga y coach educativa, deportiva y laboral (https://gemasancho.com/)