El atletismo de los aos 80 4c4y6i
viernes, 9 agosto 2013, 12:21 2ov5p
1.- Quizs una medalla y quizs media docena de puestos de finalista. Este sera un buen balance para el atletismo espaol en el Mundial que se disputa en Mosc. Contrastar numricamente con el resultado obtenido por la natacin en Barcelona, aunque no deberamos obviar otra realidad: el grueso de las medallas femeninas en la piscina se concentra en un deporte que se despliega de manera mltiple (Sincronizada).
2.- Las perspectivas en nuestro atletismo no difieren demasiado de las que existan en natacin hace no mucho tiempo. Resulta indiscutible el retroceso padecido, como lo es el enorme progreso que se vivi en las pistas espaolas desde mediados de los aos 80, cuando se pas de un nivel medio-bajo a constituirse en autntica potencia en varias especialidades, hasta el punto de que fuimos catalogados como la Kenya europea.
3.- Hoy sabemos con precisin que una parte de aqul progreso fue mrito absoluto de atletas, entrenadores y federativos, tanto por su esfuerzo y acierto como por el apoyo econmico recibido, que conformaron una potencia formidable. Y tambin sabemos que dentro de dicho progreso hubo gente que no lo obtuvo por medios legales, lo que ha quedado demostrado en algunos casos y maquillado en otros. Desgraciadamente, no hubo voluntad ni acierto para pintar de rojo aquellos rcords o xitos que deberan sonrojar, pero que siguen vigentes como si formaran parte del bloque de los “legales”.
4.- Entre las virtudes espaolas no consta el reconocimiento de la culpa y el error. No es exclusividad espaola. En Alemania Oriental se practic el dopaje de Estado y as acab reconocindose incluso en los tribunales. Sin embargo, en la Unin Sovitica y otros pases del este sucedi lo mismo y nadie movi una ceja; al contrario, bastantes de los inductores de dicha prctica la exportaron a otras naciones como parte de su currculum.
5.- Bastante diferente ha sido la reaccin alemana en los ltimos das, cuando se ha sabido con precisin que tambin en Alemania Occidental se practic el dopaje de Estado desde 1970 en adelante. Ms que ocultar y maquillar los hechos, los alemanes proponen saber hasta el ltimo detalle y, si es necesario, y parece evidente que lo ser, disculparse por las fechoras.
6.- Dopaje al margen, el regreso a Mosc parece ms que simblico: fue en los Juegos de 1980, precisamente en el mismo estadio Luzhniki de Mosc, donde el atletismo obtuvo su primera medalla olmpica, la de plata en 50 Kilmetros Marcha a cargo de Jordi Llopart, quien dos aos antes haba logrado la de oro en el Europeo de Praga, la primera vez que un atleta espaol lograba semejante proeza. Ms de 30 aos despus volvemos a dicho escenario, fsica y metafsicamente hablando.
7.- Volvemos a estar en los 80, bsicamente por tres causas: por el fin de una generacin esplndida y longeva, que no tiene relevo sencillo; por la gradual desaparicin del apoyo financiero a atletas y entrenadores; y por la mayor seriedad en la lucha antidopaje. La mejor noticia es que siguen proliferando los buenos atletas, trabajadores y serios, bien apoyados por tcnicos de mucha capacidad, aunque la penuria econmica que vivimos les impida incrementar su rendimiento.
8.- No podemos olvidar otros dos factores importantes: uno, el propio atletismo, deporte histrico, ha alcanzado tal universalidad que se practica en ms de 200 pases con una profundidad incomparable con la mayora de otros deportes: en resumen, hay mucha mayor competencia que en el resto de disciplinas; y dos, la configuracin de la sociedad en Espaa no alimenta la aparicin de atletas. El discurso social predominante hoy no estimula la formacin en un deporte complejo, austero, sobrio e incmodo. Y nada rentable.
y 9.- Ser atleta hoy en da en Espaa es un calvario, lo que debera servirnos de referencia a la hora de valorar los rendimientos. Nuestro atletismo ha regresado a los aos 80, pero si no somos capaces de comprender y aceptar las causas por las que se ha producido semejante regresin, y pretendemos seguir vindolo como si nada hubiera ocurrido, nos llevaremos una decepcin y, probablemente, seremos muy injustos con los protagonistas.