Pistoleros de tarjeta roja 2q243b
martes, 6 noviembre 2012, 13:00 53692a
Entras en la web del Comit de rbitros y te quedas pasmado. Tratas de bucear a ver si hallas informacin, y nada. Otros aos, al final, encontrabas la circular del curso. Este ao ni eso he podido detallar aqu... As que te diriges a la pgina de la Federacin, patronal del colectivo arbitral, y brujuleas un rato. Con el mismo resultado, agua. Lo ms que ves es que han cambiado a los sheriffs...
No es slo el abandono, es el desahogo encima del pedestal. La desinformacin y la soberbia a la vez. El 'interprtame t en mis cambios de humor' aunque sea yo el que todos pensaban que deba saber interpretar las situaciones, los enfados, las reacciones a mil pulsaciones de quien se juega no slo 3 puntos y un titular de prensa, sino quiz hasta su puesto de trabajo, la supervivenvia de su club, el nimo de decenas de miles de seguidores y sus reproches.
La autoridad no es necesario reafirmarla cuando la tienes ganada. Y la tienes ganada, normalmente, cuando los dems ven en ti a unaautoridad, alguien de fiar. Reparemos un segundo en cules son los rbitros mejor vistos por los futbolistas: lo fue Collina, con sus errores, y lo fue Mejuto, con su 'no me jodas'; lo es Mateu, con sus elipsis; y Byrch, y Velasco, y Kasai... Esos que no tratan de demostrar en cada amonestacin el porqu de su condicin de juez. rbitros justos, no justicieros. Colegiados que interpretan las normas, dirigen los encuentros, gobiernan los partidos; no meros aplicadores del reglamento,pistoleros de tarjeta roja.
Es curioso cmo los ms famosos por inflexibles suelen ser los que ms veces dejan el silbato sin sonar. Esos que defienden que las reglas son las reglas y luego son los que ms veces se borran y no toman decisiones. sos que eligen el error por omisin, que prefieren no decidir, porque es ms lo pitar un penalti que no es que dejar sin sancin uno que s fue; porque es ms cmodo decir 'no lo vi' a lo que ocurri que decir 'yo vi eso' que no pas.
Y sos son los mismos que ahora cumplen una orden clandestina, no publicada, o al menos no pblica. Desde la jornada 1 vamos intuyendo que este curso los entrenadores deben ser estatuas de sal o atenerse a las consecuencias. Quizs a ellos s se lo comunicaron, debo entender que s, pero el pblico no lo saba hasta que sali Tito Vilanova por la bocana antes de tiempo. Adems, la sorpresa en la rigidez del primer da se ha debido de sumar a la habitual relajacin en la aplicacin de determinadas normas del colectivo arbitral espaol a partir de la tercera jornada de cada campeonato. Y ninguno termin de creerse que la cosa iba en serio. Ahora ven que cada jornada hay tiroteo de expulsiones a tcnicos.
Pero el excesivo celo en la mirada al lateral exterior del campo coincide con una exasperante reiteracin en los males habituales de nuestros trencillas: a lo largo de los aos no vemos ningn avance en la unificacin de criterios en manos, penaltis y faltas ms o menos amonestables. Y esta jornada, adems, dos ejemplos clamorosos de falta de concentracin en las labores bsicas no han hecho sino desnudar an ms a los rbitros de sus supuestas togas de juez. El fuera de juego de Alba en el 3-1 del Barcelona al Celta no influy en el resultado, pues la victoria cul pareca evidente ya en ese minuto, pero es inisible. Como lo es dar inicio a la segunda parte de un partido (Granada-Athletic) sin el portero visitante (Iraizoz) en el campo. Muiz en Los Crmenesel linier de Borbaln en el Camp Nou quedaron retratados.
Bien estar tratar de evitar que el entrenador local eche al pblico encima del colegiado, y sera loable defender la autoridad del rbitro... pero ste ha de tenerla. Por ahora slo la reclama. Y tirando de la faltriquera, como en el Oeste.