Jess Snchez

Sergio Rodrguez es un jugador diferente, especial. No hay lugar para la indiferencia a la hora de valorarle. Tiene mucho talento y si est inspirado, merece la pena pagar una entrada para verle interpretar el baloncesto. Ha jugado en la NBA durante cuatro aos,hecho muy destacable. Ahora lo hace en el Real Madrid, donde apenas se ha hecho notar salvo en algn partido (Olympiacos) donde s, realmente dio gusto verle. Hasta el momento su rendimiento decepciona y su pecado, como el de su equipo, es la irregularidad. Su caso es paradigmatico dentro de la ceremonia de la confusin donde vive el equipo de Messina. Veamos.

1. Los efectos de la NBA. Nunca consider acertada su temprana marcha a la NBA con slo 19 aos. No estaba hecho como jugador pese a momentos brillantsimos con el Estudiantes y con la seleccin jnior. Clase le sobraba para hacer caos, pero el baloncesto es mucho ms. McMillan, su entrenador en Portland, no le dio toda su confianza, pero conviene recapacitar sobre los confines del infierno donde metemos a todo entrenador que no trate a nuestros chicos como en Espaa nos gustara. El tcnico de los Blazers no es un santo, pero tampoco Lucifer. Y no tengo porqu ocultar que en Marca.com se ha vendido mucho azufre, ms de la cuenta.

Su paso por los Kings y los Knicks puso colofn a su trayectoria americana. No triunf, por supuesto, pero pocos espaoles pueden decir que han jugado 219 partidos en la NBA siendo casi un adolescente. Fracasar es no intentarlo. Estoy convencido de que Amrica no le ha hecho mejor jugador, pero s un hombre maduro, fuerte, capaz de recibir golpes y resistir, ms consistente de cabeza. Si estos aos de mucho banquillo en la NBA no le han quitado la ilusin por este juego, se merece mi aplauso. Si Rudy Fernndeztuviera su talante, se saldra.

2. Fichaje del Madrid o de Messina? Sergio decide volver a Europa y el Madrid le contrata. Si est en el mercado, el club blanco no puede dejarle escapar, aunque el tinerfeo pudo recalar en los Lakers. Es un fichaje meditico que la seccin tena que hacer en un verano complicado donde se necesitan reclamos por el traslado a la Caja Mgica y tras el rotundo fracaso de la primera temporada de Messina. Cuadra con el doble objetivo de espaolizar y rejuvenecer el equipo. Es justo lo contrario que el ao anterior, pero ese es otro tema. La duda, an la tengo, es si Ettorereclama su fichaje o es Juan Carlos Snchez, el nuevo director de la seccin, quien le avala. Su juego de fantasa y sus lagunas defensivas no me cuadran con el libreto del entrenador italiano, pero si dicen que lo pidi Messina, habr que crerselo.

3. Rendimiento discreto. Entre los partidos que ha jugado muy bien, los que ha pasado inadvertido, los que ha estado horrible y los que, incluso rindiendo a un nivel aceptable, Ettore le ha mandado al banco por algo que le haya molestado, nos encontramos con la siguiente estadstica de Sergio: 6 de valoracin entre la ACB y la Euroliga, 16 partidos. Ha dado 45 asistencias y ha perdido 40 balones. Ha sido capaz de hacer +19 y -10 -sus topes- ante el mismo equipo (Olympiacos). Su regularidad es ser irregular en un contexto de plantilla donde parece que lo normal es no tener demasiada confianza. Llull, ahora escolta, acaba algunos partidos. Pensaba que a Sergio le iba a costar aterrizar, pero no tanto. La lesin de Prigioni tampoco le ayud. Y lo preocupante es que con minutos o sin ellosEl Chacho no despega.

4. Siempre se le espera. Podr volar o simplemente planear, pero pertenece a esa categora de jugadores singulares a los que siempre hay que esperar. Espero no equivocarme con Sergio.