Hay jugadores a los que las estadsticas no les hacen justicia. Producen mucho ms de lo que reflejan los nmeros. Con los entrenadores pasa lo mismo. No todo su trabajo se traslada a la clasificacin. El de Diego Ocampo con el Movistar Estudiantes, desde luego que no. El tcnico ha sido destituido con el equipo penltimo, con tres victorias y 13 derrotas. Atrs deja el tremendo crecimiento de los canteranos Juancho Hernangmez, Daro Brizuela y Jaime Fernndez y los minutos ofrecidos a Edgar Vicedo y Fran Guerra. Fue para ello para lo que se le contrat. Adems, intent mejorar el club pensando en el largo plazo, incluso cuando l ya no estuviera. Otros llegan, trabajan, se van y el que venga detrs, que se las apae como pueda.

El Estudiantes es un club tan especial que llega a ser especialito. Y entindase el matiz negativo del trmino. Su banquillo empieza a ser ms complicado que el del Bernabu. Y ya es decir. Ningn entrenador es el correcto. Por el Ramiro pasaron en los ltimos aos Luis Casimiro y Txus Vidorreta, adems de Pepu y Trifn Poch en el ao del descenso 'interruptus'. Los dos primeros cumplieron de sobra los objetivos: lograron las permanencias con holgura, jugaron alguna Copa, soaron incluso con 'playoffs'... Pero no valan. No confiaban lo suficiente en los chavales, el alma de la institucin. Apostaron por Ocampo, experto en trabajar con jvenes proyectos. Les dio confianza, les hizo mejorar, les puso, rindieron, pero no ganaron partidos. A la calle el entrenador. No lo habr hecho tan mal cuando hubo agradecimiento pblico de los chicos por el trabajo realizado. Eso que se lleva el tcnico al que, seguro, le alcanzar el xito tarde o temprano.

Entonces, en qu quedamos: cantera o resultados? El Estudiantes debe elegir, porque las dos cosas parecen incompatibles. Los chavales tienen calidad y descaro, rebosan entusiasmo y su sangre es ms azul (colegial) que la de un noble. Pero no son Felipe, Iaki, Carlos ni Nacho, aunque haya quien les vea reflejados y confunda los objetivos. Los chicos son quienes ms estn dando la cara y tirando del equipo, pero aquella poca de canteranos estelares pas. Tal vez con ms tiempo junto a un entrenador que les d calor y minutos puedan acercarse a ese punto.

Cuando se apuesta por los jvenes se debe estar fino con el resto de la plantilla, especialmente con los extracomunitarios, y no lo han estado. Ocampo ya no est, pero ah sigue Brandon Thomas del que se sospechaba desde las primeras jornadas. "Le queda poco. No va ni para adelante ni para atrs", dijeron antes del partido frente al CAI. Hace un mes y medio de eso. Zach Graham fue otro pufo y su sucesor, Tony Mitchell, no encaj. El recambio del recambio, Nicols Laprovittola, tiene bastante mejor pinta. A la tercera parecen haber acertado.

Resulta difcil de olvidar la cara de Ocampo cuando, durante su presentacin, el presidente estudiantil se atrevi a hablar de Copa del Rey y playoffs. El tcnico, por no herir la sensibilidad de su jefe, matiz despus que no pona lmites, pero que lo nico que poda prometer era trabajo. Y as ha sido. Tcnica individual, vdeos, partidos de los equipos de cantera... Hasta la hora que fuera. Incluso con su nia de pocos meses hospitalizada. Plantearse el reto de estar entre los ocho primeros en la jornada 17 o en la 34 es vivir ajeno a la realidad. La de un club con una deuda que hipoteca temporadas, con un presupuesto de los ms bajos de la ACB y cuya palabra de cabecera debera ser salvacin. Y no slo en trminos deportivos.

Ahora, probablemente, se dar otro bandazo. Ha sonado el nombre de Dusko Ivanovic. El simple hecho de que alguien se lo haya planteado ahdentro significa que no se tiene claro hacia dnde va el Estudiantes. No puede haber dos entrenadores ms distintos que el montenegrino y Ocampo. Alberto Lorenzo, segundo entrenador, sera una eleccin continuista del proyecto. Conoce el Ramiro como nadie, pero casi seguro quese apuestapor alguien ajeno y con experiencia en sufrimientos como los que va a pasar el equipo de aqu a final de temporada.

Al que llegue le pedirn resultados. Este ao descender un equipo seguro y empiezan las urgencias. Lo de sacar a los canteranos, ya si eso, para otro momento. Ahora, de repente, lo que importa es salvarse. Y los aficionados volvern a pedir que salgan los chavales porque, romnticos ellos, prefieren irse a la LEB viendo a los cros en la pista que mantenerse con jugadores y entrenadores que no entienden a un club tan especial que es especialito.