Historia de un fracaso 24494n
martes, 10 mayo 2011, 14:13
Jess Snchez
Pau Gasol nunca haba cado tan bajo. Ni tan pronto vistiendo de amarillo. En mayo est de vacaciones, como en la poca de los Grizzlies, pero el cuarto 4-0 de su carrera en una eliminatoria por el ttulo suena mucho peor sin la msica de Elvis Presley. La onda expansiva del batacazo de los Lakers se lo ha llevado por delante. Lgico. Capital para entender la mutacin del sexto clasificado del Oeste en dominador de la NBA, la historia del fracaso de Los ngeles, que ahora parecen del infierno, tambin debe arrancar por l. Es la servidumbre de la grandeza.
Pau est hecho pur. Mucho peor que cuando fall la canasta que le pudo dar a Espaa el Europeo de 2007. Va recuperando la tranquilidad segn pasa las horas, pero no se alivia con coartadas que no le llevan a ninguna parte, salvo al engao. Es listo para evitar los paos calientes. Sabe de primera mano que ha jugado mal, quiz peor que nunca desde que lleg a Estados Unidos en 2001. Por momentos ha parecido un novato.
MUY DEFICIENTE
Su mengua en el rendimiento ha sido tan notable como inesperada. En 'playoffs' ha firmado estadsticas propias de la clase media (13 puntos, 7 rebotes y 40% en tiros de campo), impropias del jugador que ya es habitual en los 'All Star', el hombre que sumaba incluso en los das malos o estando lesionado; nunca subray su presencia en los partidos, se le observ perdido, superado, con un lenguaje corporal -uno de sus defectos de toda la vida- que expresaba abatimiento. No era Pau.
Pareca torpe con la bola en las manos, como si le quemara. En la serie ante los Mavericks perdi la lucidez a la hora de elegir la mejor opcin, una de sus grandes habilidades, y dej de explotar como acostumbra su uno contra uno, algo que le distingue sobre casi todos. No le sali nada. Siempre ha leido el baloncesto como un libro abierto. Pero se le cerr. A veces ni se atreva. Su defensa no tiene ninguna defensa. Por qu?
El vasto mundo entre las dos interrogantes es la causa del desplome anmico de Gasol, que se ha cuestionado todo en los ltimos das. Su crisis de autoestima es terrible, impropia de un jugador tan consolidado. No sabe en qu momento se le borr del disco duro la manera de jugar al baloncesto como l sola hacerlo. Como est bien fsicamente, no para de preguntarse: A qu viene esto?
Es un hombre desconcertado por lo que ha vivido en las ltimas semanas, la cara ms amarga de una dulce trayectoria. Por eso pareci desubicado en la cancha. Siempre, durante todos estos aos, tuvo la virtud de rehabilitarse, ya sea en momentos de partidos o en campeonatos. Encontraba la chispa adecuada para despegar o intentaba aportar en facetas que no eran las suyas. Daba a un botn y todo cambiaba. Le pas en el Europeo de Polonia con aquel mate a Lituania en la primera fase. De pronto haca 'boom' y el cohete volaba. Esta vez no encontr el cuadro de mandos.
DE HROE A VILLANO
Acostumbrado a disfrutar de una carrera vivida en lo alto de la ola, el proceso de pasar de hroe a villano en un mes tambin le ha sorprendido. Resulta difcil de comprender. De repente, todo lo conseguido con la camiseta de los Lakers no vale, ha pasado al olvido, aunque es de hace unos meses; sus compaeros ya no confan tanto en l; Phil Jackson, famoso por su flema y su peculiar manera de afrontar las situaciones crticas, le da golpes en el pecho para sealarle como culpable del desastre; la prensa especializada se fija bsicamente en el 16, sin reparar en otros dorsales de la crisis; el nombre de su novia aparece como responsable indirecto de su decadencia y de alterar la convivencia dentro del vestuario; Magic Johnson, cuyas opiniones tienen peso en el universo 'Laker', proclama que hay que traspasar a un hombre alto y, claro, tal y como est el patio se piensa que la leyenda lo dice por el chico de la barba. Para echarse a llorar.
SIN PERDON, NI CONSUELO
No haba consuelo. De repente, el crdito ganado con tres 'Finales' consecutivas y dos anillos se quedaba en nada. A cero. Antes del 1 de febrero de 2008, los Lakers llevaban tres temporadas sin pasar de primera ronda de 'playoffs'. En una de ellas ni se clasificaron. Kobe Bryant estaba en el equipo. Siendo el jugador franquicia, es curiosa su ausencia en la trituradora. Los reproches son dejarle en evidencia en relacin a Michael Jordan, pero el trastazo del campen no lleva su cara. Su rendimiento, mejor que el de Pau, ha sido peor que el de otras campaas. No anotaba tan poco en 'playoffs' desde el 2000. En el cuarto partido fue el nico que estuvo, pero en el crucial tercer encuentro se inhibi, algo extrao para un superhroe.
PHIL JACKSON SE LIBRA
A Phil Jackson, agasajado hasta lo empalagoso en los anillos con todo merecimiento, tampoco se le ha querido relacionar con el fango en su adis a los banquillos. El peso de las vacas sagradas. Su direccin en el primer encuentro, cuando no reaccion ante la caraja de su equipo, que tir 16 puntos de renta, fue muy cuestionable. Ya le pas en el cuarto encuentro de las 'Finales' de 2008, el de la remontada histrica de los Celtics. Negarle es de bobos, pero ni el zen libra a nadie de sus responsabilidades.
El banquillo, como viene siendo habitual, no ha dado la talla. Fisher no fue el jugador que ejerce de portavoz del sindicato de jugadores en las negociaciones con la NBA para evitar el 'lockout', sino el sindicalista que oficia de jugador en sus ratos libres. Ya no hay tiros milagrosos para lavarle la cara. Bynum termin perdiendo el norte con una falta vergonzosa, que traer consecuencias y compromete su futuro en la franquicia. Artest nunca encontr su mejor versin. Odom se ha diluido tras una fantstica temporada regular cuando han llegado los 'realities' de los playoffs. No, Pau no ha sido el nico culpable en el desastre. Esta pelcula tiene un gran reparto.
EXPLICAR LO INEXPLICABLE
A Pau le mortifica que la debacle tenga slo un apellido: Gasol. Ms sal en su herida. Algo que le abrasa. Buscando teoras que expliquen lo inexplicable, su conversin en un jugador del montn, la prensa americana se invent el bulo de que su relacin con Silvia haba acabado y en torno a este tema, que su novia quera robar el plano a la mujer de Kobe y esto haba deteriorado las relaciones entre las dos estrellas. Ya no haba qumica. Resulta tan ridculo inventrselo como crerselo o proclamarlo. La relacin est como nunca. Las dos.
Su descenso al averno termina cuando empieza a or que ya no es indiscutible para los Lakers. El debate est en la calle, donde suele fallar la memoria. Hace menos de un ao se deca que le haban birlado el MVP de las Finales, que l haba sido ms decisivo que Kobe. La eterna noria de los juicios sin perspectiva. De pronto, Pau, que no ha dado argumentos con su juego para librarse de la quema, entra en las quinielas para hacerse con Superman Howard en un intercambio.
De eso se habla tambin. Magic abri la veda solicitando una reconstruccin y la salida imperiosa de un hombre alto. Pau mide 2,16. En este asunto est ms o menos tranquilo. Sabe que si l quiere, se retirar en la NBA de amarillo. Lo malo es que eso slo es una tirita en el boquete. El desafo ahora es volver a ser el que era. No se le caern los anillos para asimilar esto, hacer autocrtica, recuperarse y ser otra vez Pau Gasol.
P.D. Tal y como est de afectado, hablar de su participacin con la seleccin no viene al caso. Su plan es ir al Europeo, pero seguramente hubiese sido mejor hacerlo despus del tercer anillo, no como est ahora: aguijoneado por las dudas. Ahora tendr mucho ms descanso, llegar ms fresco a la concentracin y con la idea de recuperar la sonrisa con el baloncesto. Nada mejor que hacerlo con la seleccin.