"Primero les disparaban y luego les quemaban vivos" 1x5a2m
viernes, 29 julio 2011, 13:33
Enric Corbella
Me qued impresionado el otro da con el espectacular reportaje que realiz Jorge Sierra en 'Hoopshype' sobre las aventuras y desventuras de Alex Owumi (ex de Alcorn State (NCAA), AL Roche-la-Moliere (Francia), Manchester Millrats (Gran Bretaa), KK Lirija (Macedonia) y el Al Nasr Benghazi (Libia).Owumi, un modesto baloncestista profesional, decidi irse a jugar a Libia para ganarse la vida... y se dio de bruces con una sangrienta guerra civil. Esta es su historia, magnficamente rescatada por el Sr. Sierra, en el todava pas de Muammar Gaddafi.
En el momento de negociar con el Al Nasr Benghazi la situacin en Libia no era convulsa, lo que le anim a comprometerse. Pero al poco tiempo Libia se contagi de los movimientos y protestas de otros pases vecinos y el 17 de febrero estall el conflicto.
Cuando se dispona a ir a entrenar recibi una llamada del club ordenndole que no abandonase el apartamento, ya que en Benghazi los protestantes antigubernamentales se manifestaban muy cerca y los militares se disponan a neutralizarlos.
"Vi a 30 40 militares disparando a la multitud. No haba nadie diciendo a la multitud que se dispersase, slo les vi disparando y no al suelo ni al aire. Los cuerpos fueron cayendo", explica Owumi, que fue testigo de todo desde la azotea de su edificio, en 'hoopshype'.
Consternado por lo que haba visto Alex Owumi, incomunicado y sin a internet ni a llamadas internacionales, estaba dispuesto a abandonar a toda prisa Liba: "Mi presidente me dijo que no dejase el edificio y tampoco mi apartamento. Le coment que me quera ir al aeropuerto y marcharme, y l me explic que haban quemado el aeropuerto. Me haba quedado atrapado en mitad de la nada".
"Estuve dos semanas sin telfono y sin internet, sin poder comunicarme con mi familia", cuenta un Owumi que durante catorce das se aliment de latas de atn, patatas fritas, pan duro y de todo aquello que logr compartir con sus vecinos de edificio.Las calles se haban convertido en un campo de batalla y los disparos se haban convertido ya en parte de la rutina del incomunicado Owumi: "Haba tantos disparos por la noche que tena que dormir en el suelo, ya que la cama estaba muy cerca de la ventada. Si mirabas por la ventana no parabas de ver chispas... que eran balas".
Despus de que los antigubernamentales tomasen el control de la ciudad "mir por la ventana y vi a nios de 10 aos con machetes, a la gente disparando con AK-47, atacaron la comisara y se llevaron las armas... Era una zona de guerra".
"La gente estaba dispuesta a dar la vida por su pas... caminaban entre balas!", describe el baloncestista, que tambin habla de la numerosa presencia de sangrientos mercenarios, a Jorge Sierra.
El 1 de marzo al fin logr salir de su casa... y tuvo la desagradable visin de varios cuerpos calcinados. Eran mercenarios muertos: "La gente primero les disparaba y luego les quemaban mientras todava estaban vivos".
Dos semanas despus, cuando se restablecieron las comunicaciones, Owumi al fin pudo hablar con su familia, que pidi a la Embajada de EE.UU. en Libia que repatriase al jugador. "Me preguntaron si poda ir a Tripoli y yo contest riendo que me llevara 11 horas en coche atravesando zonas rebeldes y de militares, y que nadie sabe lo que podra pasar".
Al final Owumi decidi jugrsela por su cuenta y abandon Benghazi gracias a la ayuda del presidente de su equipo, que le consigui un coche y un conductor para tratar de llegar a un campamento de refugiados en Salum.
El problema, de extrema gravedad, era que Owumi comparte la nacionalidad estadounidense y nigeriana... y que muchos de los mercenarios eran nigerianos, por lo que su presencia podra ser malinterpretada por los antigubernamentales.
"Yo era un nigeriano acompaado por un senegals (su compaero de equipo Moustapha Niang) tratando de escapar de un pas en el que nigerianos y senegaleses estaban matando a libios. Suerte de mi pasaporte estadounidense", cuenta Owumi, que para llegar a su destino tuvo que superar cuatro tensos controles.
Despus de ms de 10 horas de viaje, y con un cuchillo escondido entre la ropa, Alex Owumi logr llegar al campamento de refugiados sano y salvo. Esper dos das, en condiciones precarias, hasta que los servicios diplomticos de EE.UU. se pusieron en o con l.
"Tena ganas de llorar, pero haba que sobrevivir. No tena tiempo de llorar y de sentir lstima por mi mismo", sentenci a Jorge Sierra en 'Hoopshype'.