Pau Gasol: Ciudadano del Ao, jugador olvidado, hombre feliz 432s2m
domingo, 20 mayo 2012, 10:59 3mv1w
Por Jess Snchez
Pau Gasol recogi el viernes el premio al Ciudadano del Ao, un galardn que tiene poco que ver con el juego, un honor con el contenido que cada uno le quiera dar porque la temporada pasada lo gan Metta World Peace, aunque el reconocimiento parece cargado de buenas intenciones. Le hizo ilusin. La NBA ha valorado su labor como embajador de UNICEF y esto es algo que lleva a gala el jugador cataln, tan orgulloso de su implicacin con los ms desfavorecidos como de sus logros en el deporte. Porque no slo se meten canastas en el parqu, suele decir, porque ser ejemplo y trascender el deporte es ms difcil que ser MVP, digo yo.
Sorprende la paz que envuelve a Pau en estos das, la tranquilidad que emana de una simple conversacin con l. Sus das en los Lakers estn consumindose como una vela a la que, tarde o temprano, Kevin Durant tapar con un vaso. Quiz en breve. La llama se apaga y quiz tambin lo mejor de su carrera en la NBA, al menos el captulo de su historia en el que no haba que leer entre lneas la palabra anillo, la era en la que ha soado despierto y con l muchos aficionados. Saldr de Los ngeles en verano, quiz en la noche del draft. Ninguna franquicia tan propensa a las reconstrucciones como la suya cuando no llegan los resultados. Los Lakers estn virtualmente eliminados por segundo ao consecutivo en semifinales de conferencia. Muy poco para el campen de 2009 y 2010 y el finalista de 2008. La poca Pau. El entorno del club es enrevesado y l, en las malas, siempre ha sido uno de sus culpables favoritos. Claro que poda jugar mucho mejor y que su contrato obliga. Claro que su lenguaje corporal en el reino de los golpes en el pecho no ayuda. Claro que la 'asistencia' a Durant en el cuarto partido fue una pifia de bulto. Claro que poda ser ms agresivo como le reproch Kobe, aunque sigo sin saber dnde empiezan los pecados de Bryant y dnde los de Gasol. Con Espaa, Pau siempre es agresivo. Claro que est sentenciado. Slo una cabriola del destino podra llevarle a un equipo con posibilidades. Algunas proezas personales y dos anillos para alimentar la leyenda del deporte espaol en el siglo XXI. Y basta.
Es el fin del mundo y Pau se siente bien, que dira R.E.M. Tranquilo, algo resignado, con la sabidura, y la experiencia, suficiente para no airear el desazn que le produce jugar en un equipo, el de Mike Brown, que le ha convertido unas veces en base y otras en alero, perdiendo poco a poco protagonismo, ocho tiros en el tercer encuentro, 10 en el cuarto (ninguno, como Bynum, en los ltimos ocho minutos mientras Kobe se tiraba 10), sin que eso se traduzca necesariamente en una mejora para los Lakers, casi ya de vacaciones. Algo tendr que ver esto con el olvido con Pau. Esta frmula, la del 'entreguismo' a Bryant, la que usaba este equipo hasta que lleg l, no sirve.
Ahora, cuando su etapa en L.A. fluye hacia la desembocadura, el barquito de Pau parece lejos de zozobrar, ya no es de cscara de nuez. La ola de la desdicha que supondra dejar los Lakers atrs ya pas. Qued para pretemporada. Que hagan lo que quieran con l. Su trayectoria no le obliga a demostrar nada. Se sabe un privilegiado desde mltiples perspectivas y premios como el J. Walter Kennedy, por su dedicacin con los ms necesitados, por algo realmente importante, se lo recuerdan.