Y el ao de los rcords qued simpln 264m6h
viernes, 27 junio 2014, 00:33 5i1
Nacho Duque - Twitter: duque_nacho
La temporada de los rcords del Real Madrid, la de las 31 victorias consecutivas, la del equipo que mejor baloncesto ha hecho en Europa ha terminado con el premio de una Supercopa, un ttulo de pretemporada, y una Copa ganada con una canasta a falta de tres dcimas. En 40 das malditos, los que van desde la final de la Euroliga al cuarto partido de la final de la Liga Endesa, el curso ha pasado de ser histrico a simpln.
Habr quien lo considere un fracaso. Puede serlo si has peleado por todos los ttulos, has confirmado al equipo entre la aristocracia europea, has despertado la iracin de todo el continente y has reenganchado a una aficin alicada? De la misma manera que el Madrid ha decepcionado al no cumplir con las altas expectativas, habra que echar la vista atrs y comprobar dnde estaba hace tres temporadas. Entonces, un ao como el actual sera un exitazo.
No terminar con la Liga en el bolsillo ha sido un desengao. No lo ha hecho porque ha llegado al final en la reserva. La temporada se le ha hecho eterna. Los madridistas han disputado 80 encuentros con una plantilla de 12 jugadores. En ocasiones eran 10 senior y dos canteranos. Se ha demostrado corta. Para afrontar lo escarpado de los calendarios actuales se necesitan ms efectivos. Dani Dez ha tenido un papel residual, a Mejri le ha lleg el protagonismo en la final, Draper y Carroll han tenido lesiones de larga duracin...
Ahora se demuestra lo conveniente que habra sido fichar cuando se abri el mercado de Euroliga. Jimmy Baron era el pretendido. Costaba menos de 100.000 euros. En las alturas del club dijeron que no. Sin ser la panaca, habra aliviado la carga de minutos de los jugadores exteriores. Alguno ha llegado fundido de piernas y de cabeza, como Sergio Rodrguez, cuya imaginacin se ha extinguido. Otros, como Rudy, eran un parte de guerra en s mismos.
Nadie puede estar 10 meses de competicin a pleno rendimiento. Hay picos y valles. De qu sirve ganar en diciembre? De qu sirve la Liga regular? Para asegurarse un factor cancha que esta temporada ha sido menos decisivo que nunca. El desenlace de la final confirma que el baloncesto es un deporte de momentos. Eso lo sabe bien el Bara, que siempre llega fino a febrero para la Copa, a abril y mayo para la Final Four y a junio para luchar por la Liga. Claro que sin aquella canasta de Huertas en Valencia estaramos hablando de un ao en blanco y perdiendo todos los ttulos contra el Madrid. Detalles.
Perseguir rcords tambin ha sido perjudicial para el Madrid. Se desgast en partidos intrascendentes que slo servan para alargar la racha. Los rivales se motivaban para intentar ser los primeros en cazar a la bestia.
Pero no hubo sntomas de agotamiento hasta la Final Four. Era el objetivo del ao. Gan al Bara por 38 en semifinales. Igual sufriendo ms, habra afrontado mejor la final. El Maccabi le apart del sueo. Pocas veces una derrota transform tanto a un equipo. El Madrid que conocamos se qued en Miln. El que volvi fue otro que, de repente, descubri que estaba cansado fsica y mentalmente. El triunfo le habra subido a una ola. El desastre puso a cada jugador unos grilletes. No volvieron a defender como acostumbraban y este equipo es vulnerable si no muerde. Lo demostr el Unicaja y lo confirm el Bara.
Los triunfos lo tapaban todo, pero las derrotas han dejado al descubierto las grietas del vestuario. El Madrid no ha tenido un lder claro durante la temporada. Un da era Rudy, otro Mirotic, al siguiente Sergio, al de ms all Felipe y si no Llull. Pareca una buena idea cuando se ganaba, pero al final ninguno de ellos ha quedado del todo satisfecho con su rol. El que menos, Mirotic, que pas de 23 minutos en la Liga regular a 14 en la final. Si no juegas, no rindes. Si no rindes, no juegas. Un bucle que le ha convertido en una sombra de lo que fue. Pueden haber sido sus ltimos partidos de blanco. Tambin los ms tristes.
Hace un mes y medio, en la seccin de baloncesto pareca que nada iba a cambiar. Todo era idlico, se quera mantener el bloque casi en su totalidad y la confianza era mxima. Hoy puede pasar cualquier cosa. Es lo que tiene el Madrid, un club excesivo para lo bueno y para lo malo. Las espadas apuntan a Laso, malparado y no slo por su tendn de Aquiles. Su imagen saliendo del Palau en silla ruedas fue una metfora de la impotencia blanca. Perdi las batallas con Blatt y Pascual, pero su equipo luch por todo y regal algunos de los mejores momentos de baloncesto que se han visto en Europa en dcadas. A veces, eso vale ms que un ttulo.