El Llista escribe su nombre en Europa 6p1r4y
jueves, 3 mayo 2018, 14:14
Siete aos,2555 das y personas, muchas personas. Slo de esta forma ha sido capaz el Lleida Llista Blava de pasar de una situacin de absoluta crisis al borde de la desaparicin en 2011 a ser campen de la Copa Cers en 2018. El Llista demuestra as que no existen atajos, slo el trabajo diario de gente implicada y comprometida con el proyecto pueden hacer grande a un club. Y as lo han hecho.
Breganze, Voltreg, Barcelos y Lleida lucharon el pasado fin de semana por la copa Cers en el pabelln 11 de septiembre (Lrida).
En la primera semifinal el Barcelos -favorito de la competicin por ser el campen de las dos pasadas ediciones- derrot al Voltreg por 5 a 2.
Por su parte, el Lleida LLista Blava tuvo ms problemas para apear al Breganze y lograr el pase a la final, de hecho, los italianos remontaron un tres a cero para ir a la prrroga donde slo en la segunda parte lleg el tanto de los anfitriones que certific su billete a la pugna con el Barcelos por el ttulo continental.
Pero sin duda esta fue la Final Four de las aficiones. Fueron ellas las que no dejaron apagarse a sus equipos.
Voltreg se volc con su equipo y dio voz y color a un lateral completo del pabelln.
La aficion del Barcelos llen una grada y, aunque, por desgracia, alguno no estuviera a la altura, no se puede permitir que esos pocos eclipsen al resto porque el OCB tiene una enorme aficin que se deja la garganta en cada partido y que le convierte en la envidia de Europa.
El grupo reducido de italianos que asisti al evento -teniendo el cuenta los kilmetros que se hicieron para apoyar a los suyos, medio centenar de seguidores se convierten en una cantidad mayor- empuj a los de transalpinos a la remontada.
Y Lleida no defraud. Llen el 11 de septiembre con familias del hockey, ni@s de este deporte que no fallan a la cita con sus entrenadores y sus dolos. Ellos les llevaron hasta ah y ellos les han acompaado hasta el final.
Los equipos ganan los ttulos pero los nombres propios marcan el clima de los partidos. Y aqu, destacan los que colaboran a que ste sea positivo. Por eso, no puede pasarse por alto la actitud ejemplar del gran capitn del Barcelos, Ricardo Silva, siempre atento a que todos respeten el emblema del OCB; siempre intentando rebajar la tensin en los monentos cruciales para que el hockey sea siempre y slo eso: hockey. Es esto lo que le convierte a uno en capitn y no el brazalete.
Y en el deporte, como en la vida, lo que queda son los pequeos momentos, los detalles, aquello en lo que uno se fija entre el ruido y la luz:
Las lgrimas de Roberto Di benedetto al darse cuenta de que su lesin le impeda seguir.
La dedicatoria de Dario Gimnez. El agradecimiento de un hijo a sus padres que est lejos para abrazarles.
El desconsuelo de Rubn Sousa que haba soado con repetir la hazaa y sinti el dolor que produce quedarte a las puertas.
El deporte duele a unos para que otros sean tan felices que olviden todos los momentos en los que fueron ellos los damnificados. Pero esto forma parte del juego. Y la bola vuelve a rodar...y todo vuelve a empezar...