“Siempre hay que estar preparado por si pasa el tren”, solía decir el gran campeón español Kiko Martínez y esta misma frase se atribuye también ahora a Antonio Collado (19-1, 3 KOs), que se enfrentará el próximo jueves 5 de junio al canadiense de origen ruso Movladdin ‘Arthur’ Biyarslanov (10-0, 15 KOs), de 30 años y olímpico en Río 2016.
Con el equipo de Collado aron el lunes pasado y hoy, a menos de una semana de la pelea, esta se ha hecho pública. La misma tendrá lugar en Canadá, en el Casino de Montreal, el primer escenario internacional que pisará el púgil afincado en Rivas Vaciamadrid. Biyarslanov, clasificado en el número 9 del peso superligero por el Consejo Mundial de Boxeo (WBC), contará a su favor con las evidentes ventajas que suponen combatir en casa y ante un oponente que realiza un viaje transatlántico con escasa antelación.
“Estoy todos los días del año al cien por cien, así que estoy preparado para esta pelea. Además, al ser en el superligero no tengo ningún problema para dar el peso”, nos confiesa Collado, que actualmente competía en el ligero, pero que suele guantear con púgiles de categorías superiores. De hecho, últimamente, ha trabajado con Jonfer.
Antonio es consciente de que es el ‘underdog’ en esta pelea, arma que pretende utilizar a su favor. “Piensan que soy un rival fácil, pero les voy a sorprender y voy a dejar el pabellón español bien alto. Es como cuando llamaron con poco tiempo a Sandor Martín para enfrentarse a Teófimo López y mira cómo los sorprendió”, comenta el púgil nacido en Quintanar de la Orden. “Hemos trabajado una buena estrategia estos días y mis sensaciones son las mejores”, añade.
El joven boxeador español de 25 años, respeta a Biyarslanov, pero no se deja impresionar con su porcentaje de noqueos: “Me he pegado con gente con más KOs. Es quizá el ‘top 10’ más asequible”, indica Antonio, que tiene claro que su oponente “será un martillo pilón, será una guerra desde el primer asalto”. “El más listo ganará”, concluye. Sea como fuere, Collado entiende muy bien que está ante una ocasión única: “Si gano, asciendo 180 peldaños de golpe. Una pelea así es para lo que he trabajado muy duro desde que empecé en el boxeo”, afirma.
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