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La Strade Bianche se ha ganado en base a sus últimas ediciones ser considerada como firme candidata al 'Sexto Monumento'. Vencen súper estrellas, compite la élite de la élite -aunque Pogacar no defienda su corona de 2022- y quién rinde en las carreteras 'blancas' rumbo a Siena sabe que será uno de los grandes animadores de la temporada. O... más que animadores, estrellas.
La Strade es la 'carrera de las burradas'. En la Piazza del Campo, frente al Palazzo Pubblico y la Torre del Mangia, no gana un cualquiera. Solo estrellas y tras actuaciones sobrenaturales. Lo dicen los datos, como los descomunales registros marcados por Wout Van Aert (2020), Mathieu Van der Poel (2021) y Tadej Pogacar (2022). Los tres brillarían en el resto del calendario, acompañando esos éxitos con Milán-San Remo, en el caso del belga, segundo en Flandes y etapa y amarillo en el Tour para el neerlandés, o el gran 2022 de Pogacar al que sólo le faltó llevarse su tercer Tour.
Van Aert fue el primero en desplegar un 'arsenal' de potencia en su triunfo de 2019. Arrancó a 12 del final para llegar en solitario a la Piazza del Campo. Dejó una media de 36,8km/h, 92,5km/h como velocidad máxima y un ataque ganador en el que a 595 vatios medios sacó más de 1:25 al grupo perseguidor. Ese rendimiento tuvo continuidad en el tiempo en su primer gran año como ciclista del Jumbo-Visma.
Van der Poel fue más espectacular si cabe. Sus 1.004 vatios en la Via Santa Catarina que significaron el triunfo final es una de las mayores exhibiciones recordadas. Aceleró y nadie le siguió. "Sentí que estaba muy bien y decidí arrancar", confesó tras aquella cita. Sus 439 vatios en los últimos 90 minutos -60 kilómetros.-son muestra de las piernas de uno de los grandes corredores de la actualidad.
No fue indiferente la actuación de Pogacar. En una actuación 'marca de la casa', a unos 50 kilómetros del final, promedió 350 vatios en su ataque final, 37,4 km/h de media en una hora y media aproxiamada y alcanzando los 850 vatios máximos de potencia. Más lejano y decisivo que los de Van der Poel y Van Aert, pero igual de ejemplificante de las 'barbaridades' que se deben realizar para ganar en Siena.