- Giro de Lombardia. Resumen y clasificaciones
"Estoy muerto. Seguid sin mi". Esas palabras humanizaron al mejor de los extraterrestres, Tadej Pogacar. Era el Tour de Francia y el prodigio entregó su segunda 'Grande Boucle' que buscaba con firmeza. Lejos de intimidar y diezmar al ciclista de la sonrisa eterna, solo le fortaleció como el deportista diferente. Pogacar jamás se va a rendir. Pogacar es el ciclista que viene a cambiar los tiempos. Ganó su tercer Giro de Lombardía seguido y la historia del ciclismo sigue siendo su única comparación. Perderá carreras, pero sus victorias son las que trascienden. La de las 'Hojas Muertas', otra para el repertorio. Estrategia y fuerza.
No necesitó más que un movimiento de plena inteligencia y lectura de carrera. En el o di Ganda, tras el acelerón de su equipo comprendió cómo pillar a los mejores al contrapié. Justo antes de comenzar el descenso para abrir un margen tremendo y terminar sumando. Su segundo 'Monumento' de 2023 tras Flandes, el quinto en su carrera deportiva. La 17ª victoria de 2023, el número 1 del mundo. No hay nadie como Tadej y su sonrisa asesina.
Drama para los españoles
A pesar de tener el mismo ganador por tercer curso seguido, Lombardía siempre tiene drama. Le pasó a la gran baza española, Enric Mas. Segundo el pasado curso y con buenas piernas en las carreras previas, el balear se hundía sin opción a remontar. Antes de la Crocetta, dando sensaciones pésimas hasta abandonar. El principal damnificado de un inicio no demasiado rápido, marcado por la caída de salida de Remco Evenepoel, sin consecuencias inmediatas, y una fuga numerosa con Bayer y Conci (Alpecin), Battistella (Astana), Buratti (Bahrain), Bais (EOLO), Marcellusi y Tolio (Green Project), Swift (INEOS), Hellemose (Lidl-Trek), De Gendt (Lotto-Dstny), Malecki (Q36.5), Ourselin (TotalEnergies), Eriksson y Brun (Tudor).
En la Crocetta Healy fue el primer candidato que lanzó su apuesta. Cambiando el paso a Jumbo, tirando todo el día, y Soudal. Para probar y volar, a partes iguales. Ese cambio de guion se tragó al otro español que estuvo en el podio de Como en 2022, Mikel Landa. Un enganchón en el pelotón dio con sus huesos en el suelo, tocado de la cadera... perdió combate. Ni Mas, ni Landa. Las 'hojas muertas' tenían una página complicada para todos, y la opción española fue un Carlos Rodríguez brillante. Será una estrella.
Todo para el o di Ganda
Con la apuesta de Healy lanzada y un férreo control de Jumbo para Roglic, UAE y Soudal cambiaron el paso antes del o di Ganda. Sería, a posteriori, el factor decisivo. En sus rampas primero entraron Majka y Ulissi con velocidad, y todo cambió con la explosividad de Adam Yates. La carrera explotaba, pues pasaba al territorio de los fondistas y los puertos que son más propios de carreras por etapas.
Pasó factura. A Remco Evenepoel, fundamentalmente. Veía como metro a metro se escapaba su opción y pese a que es un tipo de puro carácter y jamás se rendiría, eso no iba a valer para tener opciones. Solo los más fuertes (Simon Yates, Tadej Pogacar, Carlos Rodríguez, Michael Woods, Richard Carapaz, Aleksandr Vlasov y Andrea Bagioli) llegaron con Adam. El último Monumento tenía nombres propios.
No iba a parar, lógicamente. La superioridad numérica de los UAE existía y Yates siguió acelerando. Entre Roglic y Pogacar, candidatos claros, se pasó al parón y la frialdad. Dejar hacer, perdiendo junto a Carlos Rodríguez algunos metros con los demás. Tanto que Tadej trató de cerrar acelerando. Roglic prefirió ir de menos a más, aunque poco después no sería estrategia, sino reflejo real.
Pogacar pone la directa
Pogacar entró y ya no frenería. Saltó para ganar justo antes de la zona más dura del puerto y Vlasov cogió su rueda. No fue un movimiento ganador, pues Roglic mantuvo el tipo por detrás en la verdadera dureza de la subida situada en la pequeña comuna lombarda de Gazzaniga. Parecían unirse los mejores, hasta que en la primera curva de descenso todo cambió.
Tadej dio su golpe maestro. Aceleró y pilló al contrapié a los demás, que buscaban entre aire y piernas. Una mezcla. Pogacar, por el contrario, solo veía un objetivo: abrir diferencias. Empezó a caer a su favor, Roglic decidió no pasar y pilló por completo al resto. Cuándo se quisieron dar cuenta era una zona pedaleable, perfecta para la velocidad de Pogacar.
Pequeño Príncipe
No existía otra lectura, Pogacar había utilizado su habilidad en lectura de carrera. En la zona de descenso, típico de carreteras lombardas, y la entrada al empedrado de Bérgamo lleno de gente. Pogacar, con algún calambre, era el ganador. En la leyenda, otra vez más. Entre nombres como Bartali o Kelly, otra vez más. Pogacar entraba brazos en alto a meta. Rey de las 'Hojas Muertas'
Bagioli se llevó el sprint del grupo, Roglic fue tercero. Carlos Rodríguez cruzó último de esos perseguidores, en la séptima posición. Todos viendo a lo lejos a Tadej Pogacar. Que había destrozado todo, de nuevo. Hombre a seguir, a imitar... y que nadie puede igualar. Pogacar, el pequeño príncipe que es rey.