La Fórmula 1 se ha tomado un respiro de tres semanas sin competición antes de afrontar un intenso tramo final con dos tripletes consecutuvos... y los pilotos lo están aprovechando para disfrutar de ese tiempo libre.
Entre ellos Fernando Alonso que hoy nos ha mostrado su plan para el domingo... que no está pero que nada mal. El asturiano se ha subido a un Aston Martin (para no perder la costumbre), pero en esta ocasión carrozado y con nada menos que 1.145 caballos de potencia, más incluso que el AMR24 de Fórmula 1.
Se trata de su flamante Aston Martin Valkyrie, el hypercar que culmina la gama del fabricante británico que recientemente se unió a su colección de deportivos... donde a buen seguro ocupará un lugar muy especial.
Un deportivo lleno de detalles
El genio astur se ha lanzado a disfrutar de las impresionantes prestaciones del Valkyrie (capaz de firmar tiempos por vueltas al nivel de un F1 en circuito) en las carreteras cercanas a Mónaco, su lugar de residencia... donde hay curvas más que suficientes para poner a prueba la aceleración lateral que es capaz de asumir el deportivo británico, que es de nada menos que 3,3 G.
En el vídeo de su post en Instagram no se ven muchos detalles del interior, pero sí una de las peculiaridades de su habitáculo: los monitores situados en los laterales del habitáculo que recogen las imágenes de las cámaras retrovisoras, el sistema empleado por Adrian Newey (diseñador del vehículo) pare evitar el efecto disruptor de los espejos tradicionales en la aerodinámica del coche.
El Valkyrie es la última adquisición de Fernando Alonso.@fernandoalo_oficial
También resulta llamativo el sonido del propulsor híbrido, que combina un V12 atmosférico desarrollado por Cosworth con un motor eléctrico de 163 CV de origen Rimac. Aunque no se aprecia en la imagen, para conducir el Valkyrie hay que utilizar auriculares con cancelación de ruido e intercomunicadores. No en vano, su motor es capaz de girar a más de 11.000 revoluciones.
Por último, los más observadores se habrán percatado del inmenso tamaño del único limpiaparabrisas que equipa el Valkyrie que, como el resto de los elementos del vehículo es una obra de ingeniería... que no habría sido necesaria ya que en movimiento la propia aerodinámica del vehículo se encarga de disipar el agua. Pero en parado...
Para su diseño se recurrió a ingenieros de la NASA que se aseguraron de que el limpia mantenga el o con la luneta (con una curvatura especial), fuese extremadamente ligero (apenas pesa 594 gramos) y resistiese la presión del aire a las altísimas velocidades que es capaz de alcanzar el Valkyrie.
