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Hace décadas que se pasea por Reino Unido un 'Lamborghini Countach' que de lejos resulta casi idéntico al que lució Leonardo Di Caprio en El lobo de Wall Street. Blanco, con la tapicería de cuero del mismo color, podría identificarse como una de las versiones más evolucionadas, a la vista del alerón trasero y los gruesos faldones laterales. Incluso uno podría sonreír mientras lo oye pasar a su lado atronando a través de su cuádruple salida de escape. Pero nos equivocaríamos al identificarlo, porque estamos ante uno de los más flagrantes casos de transformismo al tratarse en origen de un Porsche. En concreto, de un 911 SC de 1982.
Que para construir esta réplica se haya empleado semejante Porsche ya nos parece un sacrilegio porque seguro que le habría valido cualquier deportivo de menos renombre y cotización. Como comprenderás el coche alemán se desmontó por completo para construir casi desde cero la extravagante copia: el chasis se transformó a medida, empleando el mismo tren de rodaje (brazos de suspensiones, frenos...) del Porsche.
Motor de Chevrolet
Más tarde se optó por desechar el motor del 911 (ignoramos por qué). En su lugar se buscó no un V12, como monta en realidad el Countach, sino un más sencillo V8 de 5,7 litros tomado finalmente de un Chevrolet Corvette, pero al que se le acopló la caja de cambios manual de un Porsche 928.
Los escapes se tuvieron que fabricar completamente a medida, y la carrocería se construyó igualmente a mano, lo que incluye el desarrollo de unas puertas de tijera que no debió ser nada fácil construir. Solo para los tiradores de puertas, las cerraduras y los faros hubo que recurrir a repuestos originales de Lamborghini.
Interior muy cuadrado
En cuanto al interior, se reprodujo como se pudo, lo que en principio no resultaría demasiado difícil para un manitas porque las líneas del salpicadero del modelo original resultan muy cuadradas.
Si tenemos que calificar el resultado final, debemos reconocer que en parado el coche ya deja claro que es un fake: las proporciones no son las exactas, las puertas se ve que no encajan como debieran, el interior adivina mal hecho... No podemos imaginar una mayor pérdida de tiempo y de dinero (seguro que la transformación le costó más que el propio Porsche; tal vez rondara en su época el equivalente a 100.000 euros) deshaciendo un coche que es una obra de arte para construir un ejemplar mal hecho y sin pedigrí.
Porsche en la documentación
Y tampoco imaginamos la cara que tal vez haya puesto algún policía de tráfico británico al pedir los papeles a su conductor y leer en la documentación que en realidad figura todavía como Porsche.
Ahora este coche va a salir a subasta por parte de Historics Auctioneers, que ha fijado como fecha para su venta el 14 de septiembre. Y por supuesto la cifra final de venta no va a alcanzar el medio millón de euros que puede costar un Countach auténtico, sino unos 45.000 euros, según cálculos de la casa de subastas. Por el Porsche en estado original habrían pagando más.