SKODA

Skoda

Cuando el Skoda Kodiaq PHEV y la Orbea Oiz se convierten en una feliz coincidencia

Probamos el Skoda Kodiaq hasta el punto de partida de una interesante ruta en bici a los mandos de la Orbea Oiz. Y, en gran medida, el coche y la bicicleta comparten la misma filosofía.

La Oiz M Pro, frente al nuevo Kodiaq híbrido enchufable.
La Oiz M Pro, frente al nuevo Kodiaq híbrido enchufable.C.E.
Actualizado

Es de agradecer que hayamos tenido a la vez un Skoda Kodiaq y una Orbea Oiz. Más que nada cuando, para completar en bici una ruta exigente que tienes marcada en el calendario, debes dirigirte a un punto de partida que no te pilla 'a mano', por lo que abatir los asientos traseros de un coche amplio y conducir hasta el punto de inicio con la bici dentro es la solución más rápida.

Destino Medinaceli

Nuestro destino es Medinaceli, en la provincia de Soria. Un enclave en el que no dejan de verse turistas que deambulan entre joyas arquitectónicas, como su puerta árabe o el arco romano que mira desde lo alto de la colina, mirando cómo hoy día transcurre la autovía A-2. Desde Madrid son 157 kilómetros para llegar a nuestro destino que nos van a dar para comprobar cómo ha evolucionado un coche que se encuentra ya en su segunda generación y cuenta ahora con una variante híbrida enchufable, que hemos probado.

C.E.

Y, una vez allí, para rodar sobre una bicicleta de competición que el resto de marcas miran de reojo, gracias a una geometría y una calidad de construcción que la convierte en una de las opciones preferidas por los aficionados al ciclismo de montaña.

El Kodiaq, nuestro primer socio en esta aventura, ha crecido hasta los 4,76 m de largo (6 cm más que su antecesor) para convertirse en un modelo todavía más imponente. Luce líneas musculosas, con menos aristas que su antecesor, faros Matrix Top Led y una parrilla iluminada. Y a pesar de su naturaleza SUV guarda un punto de elegancia por detalles en acabado metálico aquí y allá (el marco de la parrilla, el pilar C, el perfil del paragolpes trasero...) que no le quedan mal a un coche de talante familiar.

Amplitud

Por dentro es enorme y a esta percepción contribuye el descomunal techo solar eléctrico. Esa misma amplitud que nos ha permitido meter dentro la bici sin desmontar ninguna rueda nos invade al ofrecernos una generosa sensación de desahogo nada más nos sentamos al volante. Este Kodiaq parece decorado por un interiorista que hubiera elegido materiales modernos (los acabados que imitan madera gris en puertas y salpicadero, el cuero 'vegano'...) e iluminación indirecta (con infinidad de colores a la carta), pero que no se ha olvidado de incluir materiales 'sostenibles' ni de dotarlo de tecnología y detalles prácticos.

C.E.

Por lo que toca a tecnología destaca una pantalla de 10" tras el volante y con otra de 13" colocada como un tablet que hubiésemos podido anclar al salpicadero, la primera con muchas posibilidades de configuración y la segunda con una cálidad de gráficos y una respuesta al tacto muy rápida. Pero en la pugna que tienen los diseñadores por hacer un diseño minimalista y sin botones, cuando muchos conductores siguen prefiriendo 'algo que pulsar', han encontrado una gran solución en un mando giratorio (los llaman Smart Dials) bajo las salidas de ventilación centrales que sirve regular la climatización, pero que si lo pulsamos nos permite elegir también entre los modos de conducción (Eco, Confort, Sport e Individual) y el volumen del audio.

Interior práctico

Sus detalles prácticos son los habituales, como un compartimento en las puertas para un paraguas plegable o como unos protectores que emergen al abrir las puertas y que en este caso no montaba nuestra unidad de pruebas. Pero también hay mucho espacio para dejar pequeños objetos e incluso una doble guantera frente a la butaca del copiloto.

C.E.

En cuanto a las plazas, y aunque no las vamos a emplear, es importante apuntar que la segunda fila se desplaza hacia delante o detrás mediante carriles, y que el maletero ofrece una capacidad de 745 litros que nos parece descomunal, sobre todo para lo que ocupa la ropa de ciclismo que hemos metido. Además no hemos tenido que abatir ninguna tercera fila porque esta variante PHEV carece de ella, ya que su espacio se necesitaba para alojar parte del sistema híbrido.

Este '0 Emisiones' (en cuanto a etiqueta de la DGT) es la gran novedad de la nueva gama Kodiaq y tiene un precio desde 49.880 euros en el más básico acabado Design. Presume, además, de hacer 123 km en modo 100% eléctrico gracias a una batería de 25,7 kWh (19,7 netos), aunque este enorme alcance se da en ciudad y en autovía superará por muy poco los 80 km. Ponemos el modo híbrido, que nos va a reservar unos últimos kilómetros en modo eléctrico para circular por Medinaceli, y dejamos que el motor 1.5 TSI de 150 CV despierte a los pocos metros de abandonar el garaje.

204 CV

Es un rodar silencioso que habla de una buena insonorización, fruto entre otras cosas de los cristales delanteros dobles. Evidentemente también lo estamos llevando a un ritmo tranquilo, pero no podemos resistirnos a que un 'pisotón' haga trabajar al unísino el motor de combustión y el eléctrico, que genera 116 CV y 330 Nm para una potencia total de 204 CV. La sensación es la de que 'ahí dentro hay energía', pese a que todo el sistema híbrido enchufable hace que este enchufable marque 1.913 kg sobre la báscula y convierta a este Phev en el Kodiaq más pesado. Pero esto no quita que su rodar sea muy cómodo (tanto por suspensiones como por butacas), bien aplomado y con una dirección agradable, sin que ello suponga que es más blanda de lo adecuado.

Skoda.

Cuando hemos llegado al Barrio de la Estación, que se sitúa al pie de la colina y en el que viven hoy día la mayoría de los habitantes de Medinaceli, el consumo medio se ha quedado en solo 5,2 l/100 km y hemos gastado tres cuartos de la batería. Todavía nos queda una autonomía conjunta superior a los 600 km, así que ni siquiera necesitamos investigar si hay un lugar en el que alimentar la batería.

Una vez allí, la Orbea Oiz M Pro posa sus ruedas sobre la tierra soriana. Por si no la conoces, la Oiz es un modelo de doble suspensión pensado para competición, aunque también tiene versiones de enfoque más 'popular' para adaptarse a presupuestos no demasiado altos.

Orbea Oiz M Pro

Su 'espina dorsal' es un cuadro OMX que utiliza lo que llaman estructura Powerspine, lo que significa que es más rígido en las zonas sometidas a mayor estrés y precisa de menos material en las zonas que no soportan casi esfuerzo. Este 'hilar fino' ha permitido que el peso de este cuadro sea de solo 1.740 gramos, situándose como uno de los más ligeros del mundo en su categoría.

Y el aderezo con el que se acompaña este cuadro es de mucha calidad en esta M Pro (6.299 euros), ya que se complementa con llantas de carbono Oquo MP 30 Team (con bujes DT Swiss 350), manillar de carbono, horquilla delantera Fox 34 Float SC Factory y amortiguador Fox Float SL Factory 120 (ambos con mando remoto en el manillar), desviador Shimano XT M8100 para la transmisión 1-12, tija telescópica con sistema Squid Lock para bajar el sillín pulsando un mando con el pulgar...

La ruta nos va a llevar en dirección nordeste hacia Arcos de Jalón, para enfilar después hacia el sur y culminar cerrando el bucle de vuelta hasta Medinaceli. Son 50 kilómetros justos, parte de ellos por la antigua N-II cuando no teníamos en el navegador una alternativa certera por caminos cercanos.

No hay mucho terreno explosivo, lo que nos permite al principio coger un ritmo constante potenciado por una postura muy cómoda. En asfalto llano no bloqueamos las suspensiones, sino que las dejamos liberadas porque el pedaleo redondo, y la propia rigidez del cuadro (y del triángulo trasero) nos da la sensación de no estar desperdiciando ni un watio de potencia.

Seguridad y rapidez

De vez en cuando afrontamos algún punto en subida que exige un esfuerzo puntual, y que nos permite comprobar que esta Oiz es muy reactiva. Y también tenemos que descender escalones naturales en los que la suspensión completa casi todo su recorrido, aunque sin que nos abandone la sensación de seguridad (gracias también al ancho de los neumáticos y a la tija telescópica) ni toquemos con el pedalier en los salientes del terreno.

La sensación al estar de vuelta en Medinaceli es la de haber llevado una bicicleta que te hace sentirte seguro y rápido, además de cómodo. Pero aún nos queda subir la colina para llegar al casco histórico del pueblo. Esta vez, y con la noche empezando a caer, optamos por seguir el trazado de asfalto, bloqueando por completo las suspensiones y dándonos la sensación de que cada watio de esfuerzo se traduce en avance. Y aquí se agradece otra de sus grandes virtudes: su ligereza, con un peso inferior a los 11 kg que está fenomenal para una MTB doble que pisa con neumáticos 2,40" y que muy pronto nos lleva a la cumbre para disfrutar de la tranquilidad de un entorno excepcional. Entorno que inmortalizamos con el coche y la bicicleta, que en cuestión de comodidad y capacidad de aventura demuestran que son más similares de lo que parece.

SkodaSkoda Kodiaq, una evolución imparable
EléctricosEVO 6, un SUV deportivo de GLP que quizá no conozcas
FiatEste sorprendente Panda es el coche de seis ruedas más pequeño del mundo

Comentarios

Esta noticia aún no tiene comentarios
Danos tu opinión