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El calor ha llegado a nuestro país, aunque todavía haya provincias con lluvias residuales, y con ello vuelve a hacerse insufrible la conducción durante las horas centrales del día sin un chorro de aire que nos ayude a aliviar las altas temperaturas. Es una época en la que tendemos a encender el aire acondicionado o el climatizador de nuestro coche antes incluso que la radio, si es que nuestro coche cuenta con este elemento que hoy día ya es mayoritario. En caso contrario, bajar la ventanilla es la única alternativa para no acabar sudando en cuestión de minutos.
Las dos soluciones elevan el consumo
Como ya habrás oído, el aire acondicionado (o el climatizador) eleva el consumo de combustible y también lo incrementa el hecho de bajar la ventanilla. Entonces, ¿cuál de estas dos soluciones gasta menos?
Si no atendiéramos al dinero (es decir, al consumo) coincidiríamos en que lo mejor siempre es encender el climatizador, o el aire acondicionado en su defecto. Es lo más conveniente porque nos permite regular con exactitud el frío o calor que queremos (se ajusta con mayor precisión en los climatizadores) y además ayuda a evitar los ruidos, el aire contaminado de las ciudades y las turbulencias de aire que nos impiden mantener una conversación y rompen la aerodinámica del coche.
El climatizador, o el aire acondicionado, es además un elemento que podría estar en la lista de elementos de seguridad en lugar de estar en los de confort, ya que ayuda a reducir la fatiga al volante, nos mantiene más despiertos y nos permite tener una mayor capacidad de reacción en caso de imprevisto.
Entre 0,2 y 0,3 l/100 km
En cuanto al bolsillo, el aire acondicionado o el climatizador gastan más o menos en función de la temperatura que le pongamos y la potencia del chorro que necesite. Es decir, no es lo mismo llevarlo a 23 grados e intensidad media que pedirle al climatizador que baje la temperatura a 19 grados cuando el habitáculo estaba a 40. No obstante, para una temperatura y potencia de chorro 'normal' la realidad demuestra que el consumo se incrementa entre 0,2 y 0,3 l/100 km; poco, para el bienestar que produce.
Es decir, que en un coche de gasolina, y teniendo en cuenta el precio medio actual de 1,67 euros/litro, nos sale por entre 33 y 50 céntimos cada 100 kilómetros, lo que significa que hacer un trayecto de Madrid a Valencia (340 km) nos costará entre 1,12 y 1,70 euros más. Si por el contrario el coche es diésel, el precio es de entre 31 y 46 céntimos/100 km, por lo que ese mismo viaje tendrá un incremento de entre 1,05 y 1,56 euros.
En cuanto a la ventanilla (o las ventanillas) bajada, no se puede dar una cifra concreta porque todo depende de cómo esta ventanilla afecte a la aerodinámica concreta del coche, de la fuerza del viento y de que este sople más bien por el lado de la ventanilla o por el contrario.
Punto de inflexión en 90 km/h
Sin embargo algunos estudios han llegado a la conclusión de que, en general, a velocidades inferiores a los 90 km/h el coche gasta menos si bajamos una o varias ventanillas parcialmente (hasta la mitad o menos) que si encendemos el aire acondicionado o el climatizador. Y esto es una medida que podemos tomar en carreteras secundarias o entornos urbanos, pero siempre y cuando estemos en las primeras o las últimas horas del día para conducir a gusto, o bien ya sea de noche.
Eso sí, de esta forma no evitaremos los ruidos, la contaminación atmosférica ni las alergias que todavía afectan a muchos conductores incluso en verano.