- Ortiz Arias. ¡Dos rojas directas al Sevilla en un solo minuto!
El Sevilla de marchó del Reale Arena con peores sensaciones, puntos y caras más largas de las que llevaba a San Sebastián, donde acudía después de un parón internacional, uno de los pocos momentos tranquilos que puede tener el club de Nervión en estos momentos. Las rojas directas a Sergio Ramos y Jesús Navas, justo cuando el equipo buscaba el empate, son una prueba más del desquiciamiento que vive el conjunto andaluz, que ve cómo se sigue hundiendo en la clasificación sin nadie que pueda salvarle. Encima, perderá a dos de sus capitanes para, como mínimo, el duelo del domingo ante el Villarreal, en una semana crucial con dos partidos en el Sánchez-Pizjuán. Diego Alonso ya se la juega la próxima semana.
"Pido perdón a la afición y a mis compañeros. Es la primera vez que me ocurre, pero no volverá a pasar...", escribía Jesús Navas en sus redes sociales. Se ve claramente como, tras la expulsión a Ramos, que fue revisada por el VAR, el capitán andaluz se toca la cara mirando al linier, con el colegiado de espaldas. Ortiz Arias le muestra la cartulina roja al enterarse. Navas no se lo podía creer. Se marchó muy enfadado. Después, ese mismo enfado fue consigo mismo, por quitarle un efectivo más a un equipo con diez en el intento final de puntuar en el Reale Arena. Y es que es la tercera expulsión de Jesús con el Sevilla, la primera en Liga. Una en Champions (Krasnodar, año 2000) y en Copa de la UEFA (Lille, 2006).
Sergio Ramos tiene un poco más de experiencia en esta suerte del fútbol. De hecho, es el futbolista más expulsado de la historia en Liga. Hasta 20 sufrió como jugador del Real Madrid, siendo la vista ante la Real la primera de toda su carrera con el primer equipo del Sevilla. Con los madridistas sufrió cuatro más en Champions, más dos en la Copa del Rey. Dos también con el PSG. Ha alcanzado la número 29, mientras que en 180 partidos con la selección no fue nunca sancionado con roja. La expulsión enfadó mucho a Sergio, quien sigue defendiendo que llegó antes al corte de la pelota y sólo la imagen detenida señala la posible peligrosidad de su acción. De hecho el colegiado no vio ni falta. Dos capitanes. Dos rojas. Y el Sevilla se sigue desangrando.