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Veinte años cumplió Carlos Martín el pasado mes de abril. Seguramente no guarde buen recuerdo de aquella celebración de cumple pues se lesionó en Nyon y tuvo que retirarse del campo en las semifinales de una Youth League por la que tanto había peleado. Pero aquella lesión ya es agua pasada. El canterano cerró el curso desde la grada, pero con las ideas muy claras. Ese mismo mes de abril había ampliado su contrato con el Atlético hasta 2026.
En un verano clave en la carrera de muchos canteranos colchoneros, las cesiones de varios futbolistas de su generación (su socio Giuliano incluido) no cambiaron la hoja de ruta que tiene Carlos en su cabeza. De momento, sus planes pasan por ser una pieza fundamental en el filial con Tevenet y seguir asomando la cabeza con el primer equipo. Objetivo cumplido en esta pretemporada. Y no ha sido fácil viendo que Simeone ha podido contar con toda su plantilla desde el primer momento.
Como decíamos, la idea de Carlos Martín es ayudar al Atlético B en la pelea por seguir escalando categorías en el fútbol nacional. Para ello, el canterano no dudó en regresar de Turín con el primer equipo y ponerse a las órdenes del técnico del filial para el entrenamiento del mismo lunes. No fue el único, a las 8.30 horas del lunes ya estaban Gomis, Marco Moreno y el propio Carlos vestidos de corto para seguir sumando trabajo con sus compañeros.
El comienzo de la pretemporada en Los Ángeles de San Rafael dejó clara la dificultad que iban a tener este año los chicos de la Academia rojiblanca para disponer de oportunidades. A diferencia del verano pasado en el que Carlos entre otros fue una de las apuestas de Simeone para los partidos amistosos, este año al disponer de todos los efectivos, tocaría esperar la oportunidad. Dicho y hecho, tres convocatorias y en Cádiz tuvo sus primeros minutos del curso con el primer equipo.
Un futbolista codiciado
La decisión de Carlos estaba tomada desde antes de acabar el curso pasado. El canterano quiere seguir creciendo en el club de su vida (llegó al Atlético con 6 años) y pese a que su nombre ha sonado con fuerza en varias direcciones deportivas este verano, el plan es claro. Ya antes de cerrar su renovación varios conjuntos de Primera y Segunda se pusieron en o con él, pero no hubo manera. Su contrato hasta 2026 es una muestra clara de sus intenciones. De su rendimiento este curso dependerán en gran medida las aspiraciones de su equipo. De momento, seguir contando para el cuerpo técnico del primer equipo está logrado, le toca mantenerse y seguir creciendo en el B.