Terminó el partido el pasado miércoles con la decepción que supuso fallar el penalti. Yannick Carrasco cogió el balón en el momento en el que el árbitro se marchó a la pantalla del VAR para confirmar un posible penalti y no lo soltó hasta que se preparó para lanzar desde los once metros. El belga podía rematar una actuación que había recordado a sus mejores momentos con la elástica colchonera. El internacional con Bélgica se había pasado los minutos anteriores desbordando tanto por la izquierda como por la derecha, marcó un gol de bella factura con un potente disparo y, por encima de todo, mostró una actitud que llevaba tiempo sin percibirse en el Metropolitano.
En una cita clave como la del choque ante el Bayer Leverkusen, había dudas con la presencia de Carrasco en el once. A un lado de la balanza estaba el hecho de que la calidad era imposible que la hubiese perdido y en el otro estaba el hecho de que su rendimiento esta temporada está muy lejos de su mejor versión. En el cuerpo técnico había dudas sobre los motivos que le habían llevado a bajar su nivel, pero confiaron en él en un momento clave y Carrasco respondió. Primero con el gol y después mostrando su desborde y su velocidad que tantas alegrías ha dado a la grada del Cívitas Metropolitano.
Alabado por sus compañeros por tener el valor y la confianza de lanzar un penalti en un momento clave, algo que ya hizo la pasada campaña contra el Espanyol en similares circunstancias, Simeone tampoco ha echado en cara el fallo de Carrasco. "Un penalti es algo más emocional que técnico, la definición de un golpeo y la ejecución. Ojalá que cuando nos vuelva a tocar nos encontremos con el gol", señaló el técnico argentino al ser preguntado.
El drama más absoluto: Penalti fallado, larguero y Carrasco la saca en la línea
Así, no hay dudas de que Carrasco ha hecho que técnicos y aficionados vuelvan a tener esperanzas en un futbolista que conectó a la perfección con Reinildo desde la defensa y con Saúl en el segundo acto.
A la altura de Carrasco se mostró Rodrigo de Paul. El argentino también venía siendo criticado, también puede ser una posible venta en un futuro y también destacó ante el Bayer Leverkusen. Al igual que Carrasco, el ex de Udinese marcó un bonito tanto y, en su caso, revolucionó el equipo desde el banquillo. Formó una buena pareja con Nahuel y ahora debe dar continuidad a su rendimiento.
