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SI hace apenas 12 días era el Milan el que tomaba la directa y propiciaba un viaje de Juanma López a Italia para trasmitirle su fuerte interés en Morata, ahora es la Roma la que ha motivado el viaje relámpago del agente del delantero para abordar la salida del delantero del Atlético. Si antes era Stefano Pioli el que llamaba al 9 de La Roja para exponerle su importancia en el proyecto rossonero, el que más ha insistido en las últimas horas es Jose Mourinho, conocedor de sus cualidades desde que ambos coincidieran en el Real Madrid.
Aunque desde Arabia Saudí (primero sería el Al-Tawoon, después el Al Ahli y el último el Al Hilal) tampoco han dicho la última palabra, lo cierto es que la montaña rusa en la que se ha convertido el futuro de Morata le orienta ahora hacia la capital de Italia. No obstante, la presencia de Juanma López en Roma tampoco supone más que la constatación del fuerte interés por el delantero.
En este sentido, pese a que la propuesta planteada por Friedkin Group, accionista mayoritario de la Roma, seduce a Morata por muchas razones (desde el componente sentimental que tiene Italia por ser el lugar de nacimiento de su mujer Allice, a la presencia en el equipo de un Dybala amigo íntimo y padrino de su última hija, pasando por la confianza que le ha transmitido Mourinho y acabando por las condiciones económicas), aún quedaría por salvar el mayor escollo de la operación, que no es otro que alcanzar un acuerdo con el Atlético.
De hecho, conscientes de que el delantero cuenta con un buen cartel en el mercado y de numerosas ofertas sobre su mesa, en las oficinas del Metropolitano tratan de sacar la mayor tajada posible por más que exista la predisposición a abrirle las puertas, persiguiendo, sobre todo, que el adiós de Morata ayude a seguir haciendo caja para lanzarse a por el gran objetivo rojiblanco, el 5 al que optan Verrati o sus alternativas: Hobjberg, Amrabat y Zubimendi.