Guimaraes, dentro de siete días, dictará sentencia en el camino hacia los cuartos de final de la Conference League. El Betis, en un partido de alternativas, no ha logrado imponerse a un buen Vitória, que, tras su gran actuación en la fases de liga del torneo, ha demostrado ser junto al Chelsea y al propio conjunto verdiblanco uno de los grandes favoritos al título. Dos veces lograron los de Pellegrini ponerse por delante en el marcador y otras tantas reaccionaron los portugueses. Un 2-2 final que obligará al conjunto andaluz a ofrecer su mejor versión en el Dom Alfonso Henriques si quiere evitar verse otra vez fuera en los octavos de final.
Pese a tratarse de un partido de pago, incluso para socios abonados, y a que la tarde no invitaba en absoluto en lo climatológico a acudir al Benito Villamarín, con una intensa lluvia que prácticamente no cesó en todo el partido, la afición bética no dejó solo a su equipo. La ilusión generada por los verdiblancos con tres victorias seguidas en LaLiga, la última ante el Real Madrid, ha disparado las expectativas en torno al equipo de Pellegrini. Pero lo cierto es que Europa no ha sido nunca el escenario preferido para el Betis y tampoco en esta Conference League está consiguiendo cambiar la tendencia.
Al conjunto andaluz le costó entrar en el encuentro. La amenaza constante de Embaló, el futbolista más vertical y decidido del Vitória, y el buen pie de Tiago Silva y Händel, capaces de hacerse con el control en la medular, desconcertaron a los verdiblancos. Isco tenía que retrasar muchos metros su posición para entrar en o con el balón y ayudar en la construcción del juego. Y las llegadas al área rival eran muy esporádicas. Eso sí, en una de ellas, tras un pase atrás del malagueño para que Jesús Rodríguez disparara desde la frontal, Bakambu recogió un balón suelto tras un rebote para marcar un gol que el VAR invalidó por fuera de juego.
Los de Pellegrini tuvieron algunos minutos de mayor intensidad, robando en campo contrario y desplegándose en especial por el costado izquierdo de su ataque. Así llegó su mejor ocasión, un centro de Perraud que Bakambu cabeceó ganando por arriba a los centrales y obligando a Varela a meter una mano espectacular para evitar el 1-0. Pero lo cierto es que en la primera parte, las mejores opciones para marcar fueron de los portugueses. Joao Mendes no llegó a un centro chut de Emboló. Tampoco fue capaz de resolver en un balón filtrado que le dejó solo en el área por la izquierda. Y Hevertton, llegando desde atrás, desaprovechó una oportunidad clarísima tras un gran centro del otro Joao Mendes, Saraiva.
Doble reacción del Vitória
El Betis no encontró en toda la primera parte la manera de hacerle daño al equipo de Luís Freire y ni Jesús, desacertado en alguna contra en la que eligió mal, ni Antony, que en la única acción en que logró encontrar posición de remate se resbaló justo en el momento en que iba a golpear la pelota, consiguieron que se moviera el marcador. Sin embargo, tras el paso por los vestuarios, los de Pellegrini le metieron una marcha más al partido, encerraron al equipo portugués en su campo y no tardaron en encontrar el premio. Cómo no, en una acción que pasó por las botas de su mejor futbolista, Isco Alarcón...
El malagueño recibió en tres cuartos de campo, se fue de su par y filtró un balón a Perraud, a la espalda de Hevertton. El centro del francés lo despejó Borevkovic, pero de nuevo Isco, llegando desde atrás, puso el balón en el área pequeña de cabeza. Antony llegó a rozarlo, también con la testa, y Bakambu, muy atento, fue el encargado de ponerlo en la red. El Betis había hecho lo más difícil, pero el Vitória no tardó en demostrar por qué fue el segundo mejor equipo de la fase de liga, sólo superado en puntuación por el Chelsea. En un abrir y cerrar de ojos encontró la manera de poner las tablas en el marcador y desactivar el impulso verdiblanco.
Joao Mendes, el lateral, salvó de milagro un balón en la línea de banda. Nuno Santos recibió por la izquierda y corrió en diagonal hacia el área de Vieites. Y el otro Joao Mendes, Saraiva, le pidió la pelota en la frontal, controló y sorprendió al guardameta gallego con un disparo potentísimo pegado al palo, imparable. De nada sirvieron las protestas desde el banquillo bético reclamando que el balón había salido por la banda ya que, tras la revisión del VAR, el tanto subió al marcador obligando a los verdiblancos a volver a empezar de cero. Y aunque Antony empezó a generar peligro, la zaga portuguesa tuvo también la pizca de suerte necesaria en partidos tan igualados.
Sobre todo en una acción que arrancó el jugador cedido por el Manchester United con un gran cambio de juego para Perraud, cuyo centro al segundo palo bajó Isco con calidad. El malagueño encontró una línea de pase para Bakambu, que remató de espuela al palo. Y tras recoger su propio rechace, el segundo intento del congoleño lo sacó a córner Varela. La fortuna no estaba de lado de los verdiblancos, que a continuación vieron cómo una jugada embarullada en el área, en la que el portero del Vitória salió a por uvas arrollando a Bartra, no se tradujo en una opción clara de remate.
El banquillo verdiblanco no lo veía claro y dio entrada a Fornals en busca de mayor fluidez. Y el castellonense, en una de sus primeras acciones, encontró el camino. Buscó a Ruibal entrando por la derecha y el pase atrás del catalán, aprovechando que Bakambu arrastró a los centrales, lo aprovechó Isco para cruzar su remate de primeras y poner el 2-1 en el marcador. Y por segunda vez, la historia se repitió. Después de hacer lo más difícil, el Betis vio cómo el VItória igualaba el marcador de inmediato. Nelson Oliveira recibió de espaldas en el área, se giró con calidad ante Natan y cruzó su disparo con la zurda a la red.
El desenlace del partido, más allá de un disparo de Mateo sin premio, lo protagonizó el Chimy Ávila saltando a destiempo a por un balón al que no llegaba y golpeando en la cabeza a Bruno Varela, que tuvo que ser atendido por los médicos. El argentino se pasó de frenada y vio una amarilla que le impedirá estar la próxima semana el Portugal por acumulación de tarjetas Los portugueses resistieron el primer envite en Heliópolis y llevan la eliminatoria a su terreno, que dictará sentencia.
Comentarios