El Espanyol, ante la primera final del 'nuevo' estadio

El de hoy no es un partido cualquiera. El de esta tarde es una final, un duelo a vida o muerte, una noche que puede marcar el futuro de una entidad histórica como el Espanyol. Lo deportivo, lo económico, lo institucional, todo ello depende de lo que suceda ante el Oviedo y de lo que ocurra en 90 minutos - o 120 - en los que sólo sirve un triunfo.

Desde que en agosto de 2009 se inaugurase el estadio perico, han pasado ya un total de 15 años. 15 temporadas que han tenido de todo. El nuevo estadio debía dar paso a un futuro mejor, que nunca acabó de llegar. Una clasificación para Europa sería lo más destacable, que tristemente culminó en descenso sólo un año después.

En las últimas temporadas, el Espanyol ha perdido la categoría en dos ocasiones. La primera, logró el ascenso al año siguiente, como siempre. Esta vez se ha complicado y se jugará a cara o cruz. No será sencillo. El Oviedo llega en un gran momento y con una mochila cargada de ilusión tras más de 20 años de penurias deportivas.

El papel de la afición perica será fundamental. El Stage Front Stadium será una caldera que presentará seguro la mejor entrada desde su primer día. La hinchada apretará desde primera hora de la tarde, como en las noches mágicas que llevaron en volandas al Espanyol tiempos atrás. El RCDE Stadium afronta su primera final y así lo sentirá el equipo.

Sarrià y Montjuïc

No es una final por la gloria, como en los mejores tiempos del viejo Sarrià, con Copas del Rey y hasta una Final de UEFA de por medio. Tampoco como en Montjuïc, donde el Espanyol logró ganar dos Copas del Rey y pudo volver a otra Final de UEFA. Ahora las cosas han cambiado, pero no es menos importante. Está en juego la supervivencia y el no caer en un pozo peligroso.