Hasta 44 veces Leo Messi se ha subido al estrado para recoger una medalla que lo acredita como campeón de algún torneo en el fútbol profesional. Otras cuantas lo ha hecho a modo de capitán durante sus últimos años en Barcelona y Argentina. Y esta noche era él el designado para alzar la Leagues Cup poco más de un mes tras su llegada a Inter Miami.
El brazalete no ha llegado a su brazo por imposición, sino por consenso. Y Messi demostró ser capitán sin necesidad de este. Cuando tocaba llevar el trofeo al grupo para levantarlo, el argentino tenía claro que la gloria debía ser compartioda e hizo llamar a DeAndre Yedlin, anterior capitán, para transportar juntos la copa y alzarla al cielo de Nashville. Un gesto de humildad que también define a un jugador que le ha cambiado la vida a este equipo.