La gran mayoría de los jugadores que hablan de Santi Denia cuando se les pregunta por el actual seleccionador sub 21 destacan la capacidad que tiene para saber manejar el grupo en todo momento. Más allá de sus decisiones tácticas durante los partidos, de sus métodos de entrenamiento y de sus estilos de juego, lo cierto es que el manchego ha demostrado en todas las categorías inferiores su habilidad para hacer importantes a todos sus futbolistas en cada uno de los equipos que ha entrenado dentro de la Federación Española.
Así se ha visto con esta generación del 2000 con los que ha ganado Europeo sub 17 y sub 19 y así se ha percibido cuando ha formado parte de los diferentes cuerpos técnicos que ha formado con Julen Lopetegui, Albert Celades o Luis de la Fuente. Con todos ellos logró éxitos importantes y disputó finales en todas las categorías siguiendo el patrón que está llevando a cabo en Rumanía. Y es que las rotaciones del pasado martes frente a Ucrania con el pase a cuartos conseguido no fue nuevo.
Con la clasificación para la siguiente ronda asegurada, en el sub 21 de Israel 2013 se cambiaron a ocho jugadores en el tercer partido y Albert Celades hizo once en Polonia 2017. Además, en el Europeo Sub17 de Croacia 2017 el propio Santi hizo ocho cambios para el duelo ante los anfitriones y en la Eurocopa sub 19 de Rumanía 2011 se completaron ocho sustituciones. En todos ellos se llegó a la final y sólo la cita de Polonia no terminó en las vitrinas de la Federación Española.
En un campeonato donde los partidos son cada tres días y los tiempos de recuperación son escasos, las últimas rondas se deciden en numerosas ocasiones por el apartado físico. Con un nivel futbolístico tan similar entre todos los equipos, el desgaste es clave y todo lo que sea ahorrar esfuerzos puede suponer ganar un partido o no.
El descanso es clave
Esta es la idea del cuerpo técnico de esta selección, que ante Ucrania trato de recuperar a todos sus futbolistas y no acumular minutos innecesarios en jugadores que están excesivamente desgastados a estas alturas de la temporada. Los torneos Sub 21 no son como los absolutos que tienen más equipos y por lo tanto más días para descansar y tampoco se pueden comparar con las competiciones de clubes que se juegan una vez por semana. Aquí tener las piernas frescas te permite llegar a una final con opciones de ganar.
Y la consecuencia de hacer estos cambios también es importante. Tener a todos los jugadores enchufados en el grupo, que se sientan partícipes de un torneo donde algunos tienen un rol muy definido y que puedan entrar al cien por cien cuando se les requiera, hace que el nivel colectivo aumente. Algo que en una plantilla donde no hay grandes estrellas como podía suceder en otras generaciones, es clave. De esta forma, desde dentro del cuerpo técnico se pone todo ello a la misma altura de haber logrado el pase. Si es importante estar en cuartos, igual lo es hacerlo de una forma que creen que les va a hacer crecer y estar más fuertes para lo que ahora viene.
