Ser árbitro es una profesión de riesgo en este país. Su trabajo, muchas veces discutido e infravalorado, es fundamental en el mundo del fútbol. Lidiar con eso, y hacerlo bien, debería estar siempre recompensado. Y ahí es donde emerge la figura de Olatz Rivera (Bilbao, 1996), una vez más mejor árbitra de la Liga F para MARCA.
Pregunta. ¿Qué supone para usted este premio?
Respuesta. Es muy gratificante porque son estos detallitos los que te motivan a seguir. A mí me gusta mucho lo que hago, estoy feliz con mi trabajo, pero esto es un empujón más.
P. Fue jugadora antes que árbitra. ¿Le sirve ahora?
R. Sí, sobre todo a la hora de entender ciertas situaciones del juego o el momento de la temporada. Yo he sufrido lo que es un descenso y puedo empatizar con jugadoras que están bajo presión.
A mí me gusta mucho lo que hago, estoy feliz con mi trabajo, pero esto (Premio MARCA) es un empujón más
P. ¿Ha jugado con o contra jugadoras que ahora arbitre?
R. Sí, he jugado con algunas que luego han llegado a Primera división y al verlas ahí he pensado: 'Algo he hecho mal para no estar yo ahí' [Risas]. También he jugado contra otras, pero no las he llegado a arbitrar al estar en el Athletic Club o en el Alavés y ser incompatible.
P. ¿Se cambiaría por una de esas jugadoras?
R. No, de verdad que no. Muchas veces me pregunto hasta dónde hubiera llegado si no hubiera dejado el ser jugadora. Yo me tomaba el fútbol muy en serio. No tenía la calidad de esas jugadoras, o eso creo, pero nunca se sabe. Pero bueno, sabiendo dónde estoy ahora, no lo cambiaría por nada.
P. ¿Ha tenido referentes en el arbitraje?
R. Cuando empecé sí que me fijaba más en los árbitros porque no tenía un perfil propio definido. Me fijaba mucho en Ricardo de Burgos Bengoetxea, que es quien estaba en el top en el País Vasco por entonces, y luego me he fijado en Stéphanie Frappart, Rebecca Welch y Marta Huerta. Observo más la manera de gestionar las emociones, que para mí es lo más complicado de ser árbitra, que en su forma de tomar decisiones. Me inspiro en ellas, aunque luego cada una tiene su personalidad.
P. ¿Cómo se definiría como árbitra?
R. Me considero dialogante. Quizá a veces me exceda explicando jugadas que no llevan a ningún lado, pero creo que es algo que puede agradar a las jugadoras y me ayuda a controlar los partidos. No pasa nada por pedir perdón si te das cuenta de que te has equivocado. Yo lo hago.
No pasa nada por pedir perdón si te das cuenta de que te has equivocado. Yo lo hago
P. ¿Es maniática?
R. Siempre he sido un poco especialita en este aspecto. He conseguido quitarme muchos tics, pero aún tengo algunos.
P. Ha dirigido partidos importantes a nivel nacional e internacional. ¿Con cuál se queda?
R. Un partido que disfruté mucho, e incluso me emocioné, fue la final de la Supercopa de España de la temporada pasada [Barcelona-Levante en el estadio Butarque de Leganés]. Llevaba siete años en la categoría y era mi primera final. Fue lo más.
P. ¿Qué sueños le quedan por cumplir?
R. Sueño con estar en grandes competiciones, pero no me gusta mucho verbalizarlo para no sentirme mal si luego no pasa. Prefiero tener los pies en el suelo y marcarme objetivos reales. Ahora mismo estoy en Liga F y Primera RFEF masculina, así que el próximo reto sería pitar un play-off de ascenso a Segunda, por ejemplo. Prefiero ir pasito a pasito que si luego no llega lo esperado la hostia es mayor.
P. ¿Se acostumbra una a ser el centro de la crítica?
R. Creo que es lo habitual, ya lo sabemos cuando empezamos en el arbitraje y tenemos que saber gestionarlo. Algo que me gusta del femenino, y ojalá perdure en el tiempo, es que es un fútbol más limpio y sin tanta triquiñuela como el masculino.
Hace años que sólo tengo Instagram y fundamentalmente porque me gusta ver recetas. A veces es mejor vivir en la ignorancia
P. Pero parece que se ha normalizado el insulto...
R. Siempre ha sido así, no es algo nuevo. Yo en el campo no me entero de nada porque estoy centrada en mi trabajo, pero en redes sí que me han llegado y es una de las razones por las que me las quité. Hace años que sólo tengo Instagram y fundamentalmente porque me gusta ver recetas. A veces es mejor vivir en la ignorancia.
P. ¿Qué nivel tiene el arbitraje femenino español?
R. Muy buena pregunta [Reflexiona]. Creo que, aunque hay errores que se pueden y se van a evitar, el nivel es el equivalente al de la categoría. Hay que intentar minimizar los errores, sobre todos los groseros, pero igual que las jugadoras fallan también lo podemos hacer nosotras.
P. Ya son profesionales con dedicación exclusiva.
R. Yo lo he notado en el nivel de estrés intersemanal que se ha reducido muchísimo porque, siendo docente, no era fácil compaginarlo y una asignación era a veces más un problema que una alegría. También es verdad que ahora el fallo lo siento más. No me gusta fallar en mi trabajo y cuando lo hago lo arrastro toda la semana.
Me gusta aprovechar el tiempo con mi familia, mi pareja y mis perros porque en el día a día fallamos mucho
P. Forma parte del proyecto 'Be my referee'. ¡Cuéntenos de qué va!
R. En la Liga Genuine hablaron de crear una plantilla de árbitros y les gustó el perfil de Jorge (Figueroa Vázquez), que ó con Mario (Milla Alvéndiz) y conmigo. Hicimos una formación de tres días y fue muy gratificante. Son muy buenas personas, bondadosos y muy agradecidos. No tienen ninguna maldad y sólo quieren aprender y pasárselo bien. Estar con ellos es súper chulo.
P. Para acabar, ¿a qué dedica su tiempo libre?
R. Me gusta aprovechar el tiempo con mi familia, mi pareja y mis perros porque en el día a día fallamos mucho. Muchas veces no estamos en casa y hay muchas coas que te gustaría hacer y no puedes por trabajo. A veces me pongo en su lugar y tiene que ser muy complicado estar con una persona, como nosotras, con semanas tan diferentes y horarios tan variantes, así que cuando estoy con ellos intento hacerlo al 100%.
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