El tiki taka es el estilo de juego con el que se reconoce a la selección española en todas sus categorías. Una manera de entender el fútbol donde el toque, la habilidad y la inteligencia son talentos primordiales. En la España del Mundial de Australia y Nueva Zelanda hay una futbolista que destaca por estas características -aunque tiene más-: Tere Abelleira.
La pontevedresa ha mamado fútbol desde la cuna. Su padre, Milo, es una institución del fútbol gallego y su hermano, Tomás, casi cinco años mayor que ella, llegó a ser tanteado por el Real Madrid en sus inicios y ha hecho carrera a nivel amateur en equipos regionales (actualmente milita en el Villalonga). "Cuando éramos pequeños siempre se venía a jugar al Polideportivo de Poio con mis amigos. Es una jugadora que destaca por hacer mejor a sus compañeras. Pone su talento, que es mucho, al servicio de las demás aunque eso la cueste brillar menos. Es muy inteligente, piensa muy rápido", apunta Tomás. "Me gusta picarla, como buen hermano, pero la verdad es que es muy buena. Es un orgullo y me gusta presumir de hermana mundialista", añade quien ya tiene preparada su camiseta de la selección española para animar a su hermana.
Tere comenzó a jugar al fútbol a los seis años y durante un tiempo -por culpa de su amiga Marta Gago- llegó a compaginarlo con el fútbol sala, donde fue campeona de España con el Poio Pescamar y la selección gallega, además de internacional en categoría Sub'17. "De pequeña ya apuntaba maneras. Podía jugar en cualquier posición (habitualmente era cierre o pívot) porque tenía mucha calidad. En el campo era una líder por su manera de jugar y llevar al equipo, no le hacía falta gritar para que todo el mundo supiera que el balón debía pasar por ella", recuerda Laura del Rosario 'Pipi', hoy jugadora del Valdetires Ferrol. "Siempre aportaba un plus más al equipo y tenía la capacidad de que se jugara a lo que ella propusiera. El físico no era su gran virtud, pero tenía una capacidad de aguante, sacrificio y talento muy por encima de la media. Además era, y es, una chica muy humilde", cuenta Jorge Basanta, en su día coordinador del Poio Pescamar y hoy en busca de un banquillo.
Heredera de Vero Boquete
Tere tuvo dos grandes referentes futbolísticos: Andrea Pirlo y Vero Boquete. La relación con su paisana siempre ha sido muy especial, pues fue su alumna en varias ediciones del Campus que la actual jugadora de la Fiorentina realizaba en Santiago de Compostela y posteriormente su compañera en el centro del campo en la selección gallega. "Es un lujo haberla visto crecer desde pequeña. En el Campus ya se la veía una futbolista diferencial porque entendía el juego de manera especial y se le veían cosas distintas. A pesar de su juventud tiene una madurez innata a la hora de dirigir al equipo y su crecimiento en la élite es más que notable", señala Vero de su heredera.
Pudo haber hecho carrera en el fútbol sala -"Nos la robaron", dice en tono de broma Clàudia Pons, seleccionadora nacional-, pero ella siempre tuvo claro que lo suyo era el fútbol.
Uno de los grandes culpables de que tomara esa decisión y terminara por centrarse en el fútbol fue Manu Sánchez, técnico que la reclutó para el Deportivo en 2016. "Fue relativamente fácil porque viene de una familia del fútbol y el proyecto era serio y sólido. Desde el principio me fascinó la capacidad que tenía para asimilar y ejecutar los conceptos tácticos que la proponías, entendiendo así que la lectura de juego es su principal virtud", explica. "De pivote aporta solidez, consistencia y criterio, pero creo que donde mejor rinde es como interior. Un talento como el suyo tienes que coartarlo lo menos posible y en esa posición tiene libertad para inventar muchas cosas. Yo la utilicé en esa demarcación en el Deportivo y no había semana que no dejara detalles de calidad", subraya.
Del Deportivo al Real Madrid
La carrera profesional de Tere se reparte entre el Deportivo de la Coruña y el Real Madrid, con quien tiene firmado contrato hasta junio de 2024. "Tere es una de las mejores futbolistas con las que he jugado", sentencia Athenea del Castillo, con trayectoria paralela a la gallega. "Es una jugadora muy top. Sale al campo que parece que no tiene sangre y luego la ves y tiene un golpe de balón increíble. Siempre digo que hay jugadoras para correr como yo y otras que están para disparar como ella. La primera vez que la vi chutar me sorprendió muchísimo", añade la de Solares.
Habitual en categorías inferiores, donde fue campeona de Europa Sub'19 en 2018 (compartiendo equipo con Oihane Hernández, Laia Codina, Olga Carmona y la propia Athenea, con las que comparte hoy vestuario), Tere debutó con la selección española absoluta el 27 de noviembre de 2020 en la victoria por 10-0 ante Moldavia en Las Rozas. Desde entonces, la pontevedresa suma 15 internacionalidades y un gol, el anotado frente a China el pasado mes de abril en un amistoso celebrado en Ibiza.
De 'Outsider' a ¿titular?
Tere ya estuvo presente en la pasada Eurocopa, donde entró a última hora por la lesión de Salma Paralluelo. Tras no jugar un solo minuto en la fase de grupos, fue la sorpresa del partido de cuartos ante Inglaterra, donde brilló haciendo de Alexia los 70 minutos que estuvo en el campo hasta que fue sustituida por Laia Aleixandri. "Es el mejor partido que he visto jugar a Tere en los últimos años y creo que, precisamente, es por el hecho de jugar como interior", dice Manu Sánchez.
Abelleira es una de las nueve gallegas que ha jugado en la selección (a nivel absoluto) en toda su historia y la segunda que dispute un Mundial. "Desde la primera concentración hasta ahoy he soñado muchas veces con este momento", expuso la futbolista tras conocer su convocatoria en redes sociales, donde suma cerca de 100.000 seguidores. La '3' de España pujará por un puesto en el centro del campo con Irene Guerrero, Claudia Zornoza o María Pérez, compañeras que comparten con ella el gusto por el tiki taka, el sello de identidad del fútbol de España.
