El dinero de Arabia parece infinito. Más allá de los fichajes millonarios que está protagonizando la liga saudí este verano y de los salarios 'extraterrestres' que van a cobrar los grandes futbolistas (y los no tanto) que están llegando al país árabe, la potencia económica de muchos de sus ciudadanos, con la familia real a la cabeza, resulta casi insultante.
La última noticia destacada relativa a los 'petrodólares' saudíes la ha protagonizado Neymar. Sus 80 millones de fichaje y sus 200 de sueldo por dos temporadas parecen poca cosa cuando se desvela que el brasileño ha viajado a Arabia en el avión privado del príncipe Al-Waleed bin Talal.
No se trata de un lujoso 'jet', como en los que acostumbran a viajar las grandes estrellas del fútbol como 'Ney'. No. El avión privado del príncipe saudí es ni más ni menos que ¡¡un Boing 747 valorado en 500 millones de euros!!
El famoso 'Jumbo' de la compañía aeronáutica estadounidense, en su versión más reciente, mide 76 metros de largo y 20 de alto, dispone de una capacidad para 530 pasajeros y ofrece una autonomía de vuelo de casi 15 000 km.