La expulsión de Jude Bellingham ayer ante Osasuna por decirle "Fuck off" al árbitro Munuera Montero ha traído mucha cola. La expresión se puede traducir como un "vete a la mie***" si se dirige hacia una persona, pero en cambio si se dice al aire sería como "a la mie***".
En un partido amateur entre el Cross Farm y el Taunton East Reach Wanderers en octubre del 2000, el jugador Lee Todd gritó "fuck me, that was loud", en español se puede traducir como "joder, eso ha sido fuerte" luego de que el colegiado hiciera sonar su silbato cerca del mismo para dar inicio al partido, el trencilla inmediatamente le enseñó la tarjeta roja a los dos segundos por lenguaje inapropiado, convirtiéndola así en la expulsión más rápida de la historia.
No estaba insultando al árbitro ni a nadie. Casi me arranca la oreja
"No estaba insultando al árbitro ni a nadie. Solo dije algo para mí mismo. Casi me arranca la oreja. El fútbol es un deporte de hombres y los jugadores insultan todo el tiempo" aseguró el futbolista en una entrevista concedida para The Times luego del suceso. Su entrenador Mark Head salió en su defensa añadiendo que "los árbitros deberían usar su sentido común también".
Todd fue multado con 27 libras y suspendido por 35 días, aunque si se puede añadir algo positivo a la historia, su equipo consiguió ganar el partido 11-2.
'England is England'
En Inglaterra es complicado encontrar situaciones parecidas, ya que como comentó Cristiano en 2018 en una entrevista con Pedrerol, "es algo normal decir frases así cerca del colegiado, en España son más estrictos". Jamie Vardy el pasado mes de agosto durante un Leicester-Totthenham le propició la misma expresión a Cristian Romero y no hubo sanción alguna.
Aunque esta misma semana Michael Oliver decidió sacarle roja a Arne Slot por usar "lenguaje abusivo y/o comportamiento abusivo" después del Everton-Liverpool. El tema Jude ha dado mucho de que hablar y seguirá haciéndolo seguro.
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