Durante la temporada pasada el Huesca fue más fiable en la primera vuelta que en la segunda. Prueba de ello es que el equipo azulgrana solo ha logrado cinco victorias en todo el 2023. El conjunto azulgrana terminó sufriendo el desgaste del paso del tiempo y quizá la falta de tensión por estar durante muchas jornadas en tierra de nadie. Ahora la realidad es bien distinta. Los oscenses están teniendo que convivir desde el inicio con la zona de descenso, de la que salieron tras ganar en Alcorcón. Y es que para lograr darse un respiro real, el Huesca debe tratar de hilvanar una buena racha de resultados y tres partidos en seis días medirán el pulso anímico y futbolístico del equipo de Ziganda.
Para empezar ante el Sporting de Gijón, el Huesca aspira a lograr la primera victoria de la temporada en El Alcoraz. Con el actual cuerpo técnico solo hay un precedente de dos victorias seguidas. En septiembre del año pasado ante Ibiza y Málaga en sendos partidos jugados en casa.
Pero es que lograr además la estabilidad de varias jornadas sin perder es un reto intrínseco a ganar. Y desde marzo cuando el Huesca llegó a estar ocho jornadas sin perder, los azulgranas no han vuelto a estar tres partidos seguidos sin derrotas.
A la espera de Obeng
El Huesca ha vuelto al trabajo tras dos días de descanso y Ziganda ha recuperado a Rubén Pulido y Gerard Valentín. El central, ausente desde hace un mes, está de nuevo al 100% mientras que Valentín ha dejado atrás la sobrecarga muscular de las últimas dos semanas.
La duda sigue siendo Obeng, que ayer entrenó en el gimnasio tras recibir un fuerte golpe en el tobillo en Alcorcón. El objetivo del futbolista es apurar al máximo sus posibilidades y también estar de nuevo disponible para el domingo.
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