La UD Las Palmas sigue sin carburar. Los números no son buenos, y muchos comienzan a darse cuenta de que el problema del equipo no estaba en el banquillo. El empate ante el CD Lugo ha sido un duro golpe en la moral del vestuario, pero también en la afición.
El gran inicio de liga despertó mucha ilusión. En el derbi disputado en la isla, la cifra llegó a 25.887, pero los últimos partidos del equipo han alejado al público de las gradas. En el último partido, el aforo fue de tan solo fue de 6.675 espectadores.
Unas cifras que no registraba el equipo desde hace cuatro temporadas. El sentimiento generalizado es que, con los números actuales, no llegará a clasificarse para el playoff, pero Las Palmas tiene ese objetivo en la palma de la mano.
Sigue a tres puntos del sexto clasificado, tal y como dejó el banquillo Pepe Mel. Ese dato es el único al que se agarra ahora mismo directiva y cuerpo técnico. Porque las sensaciones son bien diferentes. La llegada de García Pimienta no ha mejorado la cara del equipo. No solo a nivel clasificatorio, sino que tampoco ha habido una modificación en lo que al juego.
Además, se han incrementado los problemas en las áreas: "Si no tienes la contundencia defensiva o la eficacia ofensiva no ganas los partidos", itió el entrenador tras el partido. Y es que los delanteros siguen fallando goles cantados. Además, en el área propia, siguen sucediéndose los errores.
Potenciar el balón parado
Las jugadas de estrategia son un aparte: "Le hemos dedicado tiempo a potenciar el balón parado", decía el entrenador el viernes. Pero el sábado, en el último minuto, el Lugo volvió a poner en evidencia las carencias que tiene la UD en ese tipo de jugadas: "Es cierto que el balón parado nos condena mucho", volvió a repetir García Pimienta, solo un día después.
A pesar de lo mal que está el equipo, la calculadora es la única que está de su lado. Eso sí, cada vez se cierra más el cerco. Del sexto clasificado al 14º, solo hay seis puntos. Todavía quedan 39 en juego. Los números, de momento, salen.