Dani Güiza, el veterano delantero que dejó una huella imborrable en el Cádiz, campeón de Europa con la Selección y Pichichi de Liga en 2008, sigue demostrando a sus 44 años que su grandeza trasciende los terrenos de juego. Este fin de semana, el jerezano, ahora militando en la Juventud Sanluqueña, protagonizó una acción que ha dado la vuelta a las redes sociales y ha cosechado el aplauso unánime por su deportividad.
En una jugada donde Güiza se encontraba en una posición inmejorable para ampliar la ventaja de su equipo, recibiendo un pase que lo dejaba mano a mano con el portero rival, el instinto competitivo del goleador dio paso a un gesto de humanidad. Al levantar la cabeza, Güiza se percató de que el guardameta contrario yacía en el suelo, visiblemente dolorido por una lesión.
Ante la oportunidad de anotar el 3-0 y sentenciar el encuentro, Dani Güiza tomó una decisión que lo enaltece como deportista y como persona: detuvo su avance hacia la portería y solicitó de inmediato al árbitro que detuviera el juego para que el portero lesionado pudiera recibir atención médica. Su acción, que renunciaba a una ocasión clara de gol en favor del bienestar de un adversario, no pasó desapercibida.
La Real Federación Andaluza de Fútbol (RFAF) se hizo eco del gesto, compartiendo el vídeo y destacando la actitud de Güiza: "Dani Güiza, con todo a favor para marcar, decidió detener la jugada al percatarse de que el portero rival estaba lesionado. Un gesto que demuestra que el fair play está por encima del resultado".
Una muestra de que, para algunos, los valores del deporte prevalecen por encima de la ambición puramente competitiva.
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