El partidazo del fin de semana no defraudó a nadie. Manchester City y Liverpool mantuvieron la distancia al frente de la clasificación después de un empate (2-2) en uno de los mejores partidos de la temporada. Los de Guardiola se adelantaron dos veces en el marcador por medio de De Bruyne y Gabriel Jesus y otras tantas veces igualaron los de Klopp, con tantos de Diogo Jota y Mané.
Con este resultado, el Manchester City se mantiene en el liderato con solo un punto de ventaja sobre el Liverpool.
El partido era el soñado por todos los aficionados a la Premier durante toda la temporada. Las dos mejores plantillas de la competición, dirigidas por los dos mejores entrenadores que, además, son fieles a un estilo de juego muy diferente. Y el encuentro no defraudó a nadie.
En el combate nulo por los tres puntos que habrían dejado al City con cuatro de ventaja sobre el Liverpool y al Liverpool como nuevo líder con dos de ventaja, la igualada mantiene a ambos separados por un punto tras un partido que fue una oda al fútbol.
El control fue del City
El Manchester City fue el dominador del encuentro. Los de Guardiola, fieles a su buen trato de balón, intentaron llevar el peso de un partido que encontró a un Liverpool que quería discutir el balón a los locales. Esa no era su pelea y pronto se encargó De Bruyne de demostrarlo. El belga, probablemente el mejor jugador del partido, recogió el balón en un saque rápido de falta, condujo y subió con calidad y lanzó un disparo potente ante el que nada pudo hacer Alisson. Fue su tanto número 11 de la presente Premier para el máximo anotador de los cityzens esta temporada.
El gol adormiló al Liverpool que se encontró el empate cuando menos lo buscaba. Un error en la salida del balón de la zaga de los de Guardiola permitió la contra que acabó en el pase atrás de Alexander Arnold y el gol de Diogo Jota. El portugués, que volvió al once en detrimento de Luis Díaz, mojó en el 13' y asestó un golpe a un conjunto local que venía creciendo por momentos.
Tras enfriar los ánimos, los de Guardiola volvieron a hacerse con el control del partido. Comandados por un De Bruyne excepcional, los de Mánchester apenas dieron opciones a los de Klopp, perdidos en el entramado de pases clásico del conjunto sky blue. Por allí llegó de nuevo el tanto local, obra de Gabriel Jesus. De Bruyne sacó un corner que despejó la zaga red, le cayó el balón a Cancelo que la volvió a poner en el área... y ahí ganó Gabriel Jesus la partida a un Alexander Arnold que hizo aguas en defensa.
Respuesta del Liverpool y dominio final sin ocasiones
Tras el descanso, Mané aprovechó un pase filtrado por Salah para volver a igualar el partido. Era la primera jugada que trenzaba el Liverpool, alejado de los largos y monótonos pases de los locales para asestar un golpe rápido, cual picadura de abeja. En un visto y no visto, el encuentro volvía a estar igualado. Tocó volver a empezar.
Y volvieron a empezar. El City, lejos de perderle la cara al partido, volvió a controlarlo, encerrando al Liverpool atrás y apenas sufriendo ocasiones en contra. Sterling logró batir a Alisson y celebrar un gol ante su exequipo, pero el tanto fue anulado por fuera de juego en el VAR.
Mahrez, que entró como sustituto, aportó la energía extra al final del partido y suyas fueron las dos últimas ocasiones claras para deshacer el empate. Primero con un lanzamiento de falta que se fue golpeando el poste y más tarde, picando el balón por encima de Alisson, pero mandándolo fuera de la portería.
Reparto de puntos en el Etihad y la Premier sigue como estaba tras una oda al fútbol de Manchester City y Liverpool.