Con Joao Félix cumpliendo su sueño en Barcelona y Carrasco haciendo las maletas para jugar en Arabia, el Atlético tiene una realidad que mostrará ante el Sevilla. Atrás han quedado las ocho temporadas del belga como rojiblanco con un título de Liga y una Europa League, pero por muy productivo que haya sido el futuro jugador del Al Shabab, es momento de pasar página para pensar en el futuro de una entidad que tiene muchos objetivos en los que pensar. Y para lograrlos, fundamental va a ser la presencia de Rodrigo Riquelme, el canterano tomará el testigo de su aún compañero y ocupará la banda izquierda después de que Simeone le haya mostrado todos los secretos de su nueva demarcación. Después de tres cesiones, de destacar en el Girona, ser importante en el pasado Europeo sub 21, renunciar a las vacaciones, ganarse la confianza de un Cholo que pidió su continuidad desde el primer minuto y tras trabajar con un perfil bajo, ante el Sevilla será el momento de un Riquelme que tiene abiertas las puertas de la historia en el club de su vida. Sin duda, ha llegado su momento.
Rápido con balón, comprometido en defensa, preciso en los pases y con buen disparo, no hay duda de que Riquelme será una de las principales armas con las que contará el Atlético ante el Sevilla, rival que se llevó una goleada en su último paso por el Metropolitano y que podría ser testigo del mejor inicio liguero de los rojiblancos en las últimas ediciones de LaLiga.
Con dos victorias y un empate, más diez goles a favor y sólo uno en contra, el Atlético vuelve a su casa, donde no pierden desde el pasado ocho de enero. Lo harán con el mismo equipo que ganó en Vallecas excepto la delantera. Morata acompañará a Griezmann por la lesión de Memphis. Así, seguirán en la foto inicial Barrios, De Paul, Saúl, Nahuel o Witsel, futbolistas que atraviesan momentos dorados como colchoneros.
El Sevilla, necesitado
El Sevilla se presenta en el Metropolitano con el honor de ser el único equipo de Primera que no ha puntuado. Todo derrotas empeorando el inicio del pasado curso con Lopetegui. La excusa ha sido el mercado y una plantilla a medio hacer. El remate del asunto de los fichajes ha dejado dudas y Mendilibar deberá tirar para adelante con lo que hay. Tiene al Sevilla colista. Y la espada que oscila sobre el cuello de los técnicos que no ganan se ha afilado.
La reacción debe surgir en un campo y ante un adversario que se le da fatal al Sevilla. Los grandes escenarios nacionales se le atragantan desde hace años y la moral de la tropa no anda en máximos. Ocampos, En-Nesyri o Rafa Mir han sido empujados durante el mercado a salir, para al final no se produjo movimiento alguno que interesase al club, en tiempo o precio. Llegan sin los lesionados Jesús Navas y Acuña, por lo que los laterales estarán ocupados por el canterano Juanlu y Pedrosa. No es amante Mendilibar de darle la alternativa a los fichajes sin unos pocos entrenamientos y Sólo Sow podría aparecer en un once que debe parecerse bastante al del Girona.
El Sevilla busca reaccionar. Marcharse al parón sin puntos es una losa difícil de remontar. No se juega el puesto Mendilibar, pero una cuarta derrota obligaría a plantearse qué hacer si no llega ese impulso desde el banco. El equipo necesita sumar desde ya.
