La Asociación de Peñas Racinguistas (APR) ha tendido la mano a la nueva propiedad del conjunto cántabro para "corregir ciertas decisiones anteriores" y ha pedido poner al club en "un rumbo de crecimiento social, poniendo a los abonados y aficionados racinguistas en el centro de atención, en lugar de verlos simplemente como clientes".
La APR ha reaccionado así a la venta del grupo Pitma de toda su participación en el club, sobre un 74 %, a una sociedad creada por el empresario y matemático argentino Sebastián Ceria y el expresidente racinguista Manolo Higuera, denominada Sebman Sports International.
En primer lugar, las peñas confían en que Manolo Higuera disipe "la incertidumbre que surge tras este tipo de operaciones".
La venta "puede ser una buena oportunidad para que el Racing adopte una concepción distinta" a la que ha experimentado en los últimos años, han opinado desde las peñas, que confían en que el club " transforme su funcionamiento de una inversión especulativa a una inversión productiva ".
Poco crecimiento
Tras reconocer a Pitma que su llegada dio estabilidad al Racing y evitó una posible liquidación, la APR ha reprochado a la empresa cántabra que "nunca entendió o no quiso entender la idiosincrasia de gestionar un club" y, con el paso de los años, "el club quedó estancado en una especie de istración 'low cost' que impidió su crecimiento como entidad".
Entre otras cosas, las peñas han reclamado a la nueva propiedad: no cerrar la acción de responsabilidad contra la gestión de los exdirigentes verdiblancos Francisco Pernía y Ángel Lavín "Harry"; añadir incentivos a la campaña de abonados, porque entienden que rectificarla a estas alturas "es difícil"; que elija un consejero independiente que "lidere a tiempo completo" el proyecto social del club y una solución urgente a la Gradona de Los Malditos para que se reconvierta en grada de animación. E