El Real Madrid ha pasado de la gloria al drama en la Champions. Así, sin término medio. Ha pasado de dominar Europa con puño de hierro a dejar de intimidar a sus rivales. En definitiva, ha pasado del triplete a la pesadilla en la máxima competición continental.
Tras la final de Kiev, el Real Madrid no levanta cabeza en la Champions. La derrota de ayer ante el Shakhtar no hace más que confirmar la nueva realidad del conjunto blanco, que hace tiempo que dejó atrás sus momentos de gloria en Europa. En definitiva, desde Kiev el Madrid no sólo no ha pasado de octavos, sino que su balance es de siete derrotas, dos empates y ocho victorias en los 17 partidos que ha disputado en Champions en las dos últimas temporadas y el comienzo de la actual. Casi las mismas victorias que derrotas. La última, la de ayer ante el Shakhtar.
En la edición de la 18-19, el Madrid se dejó por el camino tres derrotas. Perdió dos partidos en la fase de grupos ante el CSKA, la última de ellas una dolorosa goleada en el Bernabéu por 0-3 que recordó a la del Shakhtar, con la diferencia de que ayer encajó ese marcador antes del descanso. Luego llegaría la estrepitosa derrota ante el Ajax por 1-4 también en el Bernabéu. Remontada de los holandeses y el Madrid que se quedaba fuera de la competición en octavos.
Un sufrimiento
La temporada pasada la Champions volvió a ser un sufrimiento para los blancos, que como en la presente edición empezaron con una dolorosa derrota, un contundente 3-0 en el Parque de los Príncipes ante el PSG. A las primeras de cambio el Madrid casi se despedía de ser primero de grupo. No sólo eso, sino que por momentos se complicó la clasificación para octavos, tras empatar en casa con el Brujas.
El Madrid pasó a octavos y se vio las caras con el City, que le ganó los dos partidos de la eliminatoria a los hombres de ZZ. Asaltaron el Bernabéu y remataron en el Etihad. Ahora el Shakhtar hurga en la herida europea de los blancos.