Amancio lo fue todo en el Madrid: aprendiz de 'brujo', estrella, detector y formador de talento, consejero directivo y presidente de honor, Con él se va una de esas figuras que sirven de bisagra entre varias generaciones de madridistas, que enlazan la primera edad de oro del club con la presente.
No podrá ver el nuevo asalto de su Madrid a la Copa de Europa que empieza por el cruce ante el Liverp
ool
, pero se marcha con la mochila llena de experiencias y aportaciones al club de su vida. Desde que
Di Stéfano
le dijo aquello de que la camiseta blanca se podía manchar de sangre, pero jamás de vergüenza, hasta sus últimos consejos a
Florentino
, ya con la enfermedad avanzada, su legado será puesto en valor por el juicio del tiempo.
Autor del gol que abrió la victoria en
'La Sexta
' (1966), fue uno de esos futbolistas que amasó el dominio del Madrid en la
Liga
(nueve títulos), antes de criar a sus pechos a la mejor generación de futbolistas salida de la cantera del Madrid. Amancio modeló a la
Quinta del Buitre
en Segunda y apadrinó la suelta en la élite de aquel grupo de imberbes que llenaba el
Bernabéu
. Le faltó mano izquierda para manejar vestuarios que ya nada tenían que ver con los que él vivió, pero no criterio para apoyar a Florentino en su aspiración presidencial.
Consejero y amigo, en sus últimos años siguió aportando criterio atinado en el día a día del club de su vida, una institución que fue, es y seguramente será grande por tipos como
Amancio Amaro Varela,
un hombre cuyo grandeza va más allá de cualquier puñado de títulos. Porque el Madrid hizo a Amancio y Amancio hizo al Madrid. Poco más se puede añadir. DEP, 'Brujo', 100% ADN Real Madrid.
