Kylian Mbappé hizo todo lo posible para que el Real Madrid se agarrase a la Liga en el Clásico. Los tres goles del Madrid en la casa del Barcelona llevaron su firma, al igual que casi todas las ocasiones claras que generó el equipo de Ancelotti ante Wojciech Szczęsny. Y, a pesar de ese triplete —el número 22 en su carrera y el tercero con la camiseta del Madrid—, el equipo blanco se marchó de la Ciudad Condal con una derrota y el título de Liga puesto a enfriar en la casa azulgrana.
Marcar tres goles en un partido y que el Madrid no gane es un caso excepcional en la historia blanca. De hecho, de los 198 hat-tricks que han logrado jugadores del Real Madrid en partidos de Liga, lo vivido por Mbappé en Montjuïc es solo el cuarto caso. No sucedía desde hace más de 81 años , cuando Sabino Barinaga anotó tres goles el 3 de octubre de 1943 en Chamartín, en el 3-5 ante el Sevilla.
La primera vez que un jugador del Madrid acabó el partido frustrado por la derrota después de anotar tres tantos fue en la temporada que antecedió a la Guerra Civil. El 15 de marzo de 1936, el Madrid perdió por 4-3 en su visita al Racing de Santander. Las tres dianas del equipo madridista fueron selladas por el húngaro Vilmos Kelemen. El magiar, nacido en Budapest, solo jugó esa temporada en el Madrid. Marcó 10 goles y, además del triplete al Racing, anotó otro: ante el Espanyol, 6-0 en Chamartín y con dos de sus tres goles de penalti.
El tercer caso llegó el 9 de febrero de 1941. Y fue otra vez el Sevilla el equipo que respondió a tres goles con una victoria. Esta vez fue en la casa de los andaluces. A los 18 minutos, el Madrid perdía 3-0. Empató a tres, con dos goles de Chus Alonso y otro de Barinaga. Pero, al final, se entregó en un 5-4 en el que el tercer tanto del Madrid también llevó la firma del fino jugador nacido en La Habana.
Si el arco se abre a todas las competiciones, la última vez que un jugador del Madrid marcó tres tantos para no ganar fue en una noche de alegría blanca. En Old Trafford, el 23 de abril de 2003, Ronaldo marcó los tres tantos madridistas en un 4-3 que hacía bueno el 3-1 del Bernabéu en los cuartos de la Liga de Campeones.
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