Los dos objetivos del Sevilla en el mercado, incluso antes de la llegada de Víctor Orta al cargo de director deportivo, eran el rejuvenecimiento de la plantilla y un menor gasto porcentual de la plantilla en el presupuesto del club. Hacer un Sevilla más sostenible, donde las ventas (plusvalías) vuelvan a tener un peso específico. Por esto mismo, al hablar del futuro de vacas sagradas del vestuario nadie quiere pillarse los dedos. Aun así, cada caso es distinto. Gudelj acaba de renovar y ha sobrepasado la treintena. Rejuvenecer sin olvidar los méritos individuales. Por ejemplo, todos piensan que Jesús Navas va a continuar después de que expire su contrato (2024). Con Rakitic, el segundo capitán, pasa algo similar, aunque las partes deben sentarse. De hecho, el croata espera el firme compromiso del club andaluz por su continuidad.
Porque el número 10 termina contrato en un año, de los cuatro que firmó a su regreso del Barcelona por una cantidad mínima de traspaso. Donde tuvo que poner el dinero el Sevilla es en la ficha del centrocampista, la más alta de toda la plantilla en todos estos años jugando la Champions. Rakitic no ha escondido en ningún momento su deseo de continuar y quiere tenerlo atado lo antes posible. Necesita sentirse valorado, pese que a sus 35 años ya sabe cuál será la postura nervionense, en una clara bajada de sus emolumentos. Y es que la aparición del nuevo rico del fútbol planetario ha alterado los tiempos de su posible renovación.
Intermediarios de clubes saudís han sondeado al sevillista, cuya respuesta ha sido siempre negativa, por mucho que su sueldo se pudiese incluso triplicar. Rakitic lleva años al máximo nivel y con grandes contratos. Está feliz con su familia en Sevilla. No le compensa, por el momento, moverse de ciudad ni país. Necesita saber que el club de su vida le permitirá apurar su carrera. Prolongar un contrato (a la baja). De hecho, una opción es hacerlo desde este mismo verano para rebajar su coste anual en las cuentas, uno de esos objetivos a nivel global del Sevilla. También la opinión de Mendilibar y ese tramo final de curso donde fue el mejor Rakitic de la segunda etapa. Toca sentarse. Rakitic no cae en la tentación saudí. No por ahora. Espera que el Sevilla le corresponda con ese mismo deseo.
