El Sevilla ha encendido todas las alarmas. Pese a que va por su segundo entrenador del curso, que ganaba menos que el primero, no ha sido hasta la constatación de que el proyecto de Diego Alonso no arranca cuando los dirigentes se han comenzado a mover en el mercado. Le han dado un pequeño margen más al técnico uruguayo, quien tiene una final europea el miércoles contra el PSV (se puede escapar incluso la posibilidad de quedar tercero) y recibe el domingo nuevamente en el Sánchez-Pizjuán al Villarreal. O sale del atolladero por las buenas, o el club andaluz deberá deshacer la apuesta de su director deportivo y firmar al tercer técnico del curso cuando el mes de diciembre asome por la puerta. Dos partidos delante de su público y una junta de accionistas en el plazo de una semana. Demasiados frentes abiertos, con el equipo a cuatro del descenso.
El Sevilla ya ha sondeado el mercado
El Sevilla ha sondeado la incorporación de, al menos, un entrenador, según ha podido conocer MARCA. Técnico extranjero, con pasado en LaLiga y que rara vez se encuentra sin equipo al que dirigir. De todos modos, la primera respuesta de este entrenador ha sido una negativa. A día de hoy no es atractivo coger un proyecto como el sevillista, con tantas incertidumbres. Además, como ocurriese con Diego Alonso, se buscará un reemplazo que entre dentro de unos parámetros poco seductores para el que escucha la propuesta. Es decir, salario medio-bajo y contrato hasta final de temporada. De cesar a Diego Alonso, muchas puertas estarán cerradas. Y el perfil de la hipotética elección será primordial. Si no se encuentra en el mercado, la última mirada pasa siempre por alguien de la casa.
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Un director deportivo muy cuestionado
Y todo esto dejaría la figura de Víctor Orta muy dañada. El director deportivo confío un proyecto iniciado a una apuesta personal que, hasta la fecha, no ha dado resultados. Casi vinculó parte de su futuro a la suerte del técnico de Montevideo, al que tampoco están ayudando esas comparecencias públicas donde ve el vaso medio lleno, como tras la última derrota, situación que indigna un poco más a los muchos detractores que ya tiene su figura. Nuevamente, una crisis abierta en Nervión. La sombra de Del Nido Benavente crecerá aún más esta semana. Dos partidos clave y un futuro ligado al resultado de los mismos. Y la dificultad no será echar a Diego Alonso, sino encontrar la persona que sea capaz de sacar al Sevilla del agujero.
