Carlos Ortiz se adjudicó su primera victoria en el PGA Tour al ganar el Houston Open tras una jornada final agónica. El desenlace fue de los que gustan a cualquier espectador, muy apretado, con el propio jugador mexicano, Dustin Johnson -número 1 del mundo- e Hideki Matsuyama peleando por la gloria. De los tres, el golfista de Guadalajara era quien menos acostumbrado estaba a este tipo de tensión, pero la supo manejar mejor que nadie. Con 267 golpes se convirtió en el tercer mexicano en ganar en el Tour, tras Víctor Regalado (2) y César Sañudo (1).
La secuencia final fue intensa. Dustin Johnson igualó a Ortiz con un birdie en el 15 (-11), y pudo haberse distanciado en el 16, un par 5 en el que salió perfecto, pero se enredó con el segundo golpe, y después con un approach. Salvó el par. Mientras Ortiz, formado en la Universidad de North Texas, se fabricó un putt de eagle en el 16 después de un hierro para la posteridad. Matsuyama apretaba e igualaba el -11 de Johnson y Ortiz, hasta que este último consumó el birdie en el citado 16 (-12), porque la bola le hizo corbata y se quedó sin un eagle que le habría garantizado medio torneo.
Acto seguido, DJ perdió en el 17 un putt para birdie de los que no se le suelen escapar, y lo mismo le pasó al japonés Matsuyama en el 18. En su último hoyo el número 1 del ranking no logró embocar para birdie por poco y si Ortiz no cometía errores, la victoria era suya, como así sucedió. No sólo eso, sino que metió un putt enorme para sellar su gran momento con un birdie.
Brooks Koepka se convirtió en una noticia agradable en Houston, pese a que el estadounidense lamentó su 'torpe' manejo del driver el primer día (72 golpes). Destacó que de no ser por esto habría realmente luchado por el torneo, pero es de aplaudir la recuperación de el exnúmero 1 del mundo, pues añade a un nuevo contendiente en Augusta, un 'major' que le falta y en el que el año pasado fue segundo.
Quien se desinfló en esta última ronda fue Jason Day (273), mientras que Viktor Hovland (275) volvió a dejar buenas sensaciones, aunque el noruego no pudo asomarse al triunfo. La actuación de sco Molinari (275) fue notable en su segundo torneo después de haber estado ocho meses fuera de competición. El italiano no es que tuviera problemas de algún tipo, sino que a la pandemia se unió que se instaló con su familia en Estados Unidos, una transición que se tomó con calma. Le han bastado dos torneos para volver a la zona noble.
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