Jon Rahm, un tipo de rutinas, anda descolocado estos días. "Si yo estoy acostumbrado a meterme en la cama a las 9.30 y despertarme a las cinco o así. A veces por los niños y otras por voluntad propia", revela en una charla al periodista delante de una de las carpas del Riyahd Golf Club, donde el jueves arranca la cuarta temporada del LIV Golf con novedades. Para empezar, que el primer torneo se disputa por la noche y que, a diferencia de las anteriores temporadas, esta vez no se discrimina la tarjeta más baja del equipo los dos primeros días como sucedía antes. Cada golpe cuenta.
"Esta es una de las razones porque firmé por el LIV, porque esa innovación, eso de crear un producto nuevo, algo diferente para el espectador va a ser muy bonito ", dice Jon. "Puede que la primera edición no sea perfecta, pero con ganas de vivir la experiencia. Jugar por la noche es único. Yo he tenido la suerte de haber podido entrenar un poco en casa porque cerca tenemos un campo que, aunque son pares 3, se puede jugar de noche, y es algo que está muy bien. Y ya que es el MARCA, pues he de decir que es lo más cerca que voy a estar de sentirme como un futbolista".
Se ríe y explica su razonamiento. "Con luces, por la noche. Más o menos la vida que viven otros deportistas. Va a ser la semana más cercana a eso, al baloncesto y esos deportes, que no a lo que solemos hacer. Será sin duda especial". El de Barrika echa sus cálculos y "entre cenar, los fisos y eso, pues me dará la una".
La primera temporada en la liga impulsada por el Fondo Público de Arabia Saudí fue provechosa para Jon. Ganó el título individual, dos torneos -Inglaterra y la final de Chicago- y tres eventos por equipos. Ahora la Legión XIII ha incorporado a una gran estrella en ciernes como Tom McKibby, el norirlandés de 22 años, que desoyendo los consejos de McIlroy, firmó por esta competición hace apenas dos semanas. "Por unas cuestiones y otras su incorporación se ha dilatado. Es obvio que ha pesado la llegada de un patrocinador (Callaway), que también es suyo", explicaba. "Es un lujo tenerlo en el equipo. Un chico joven, pero con esa experiencia, ya ganador del DP World Tour.... En fin, somos más fuertes que el año pasado, pero nos pusimos el listón muy alto y las nuevas reglas no van a ayudar".
Y, de paso, le quita presión al chico. "Le pones en la primera semana en el LIV, con todo lo que tiene de distinto este circuito y encima jugando de noche. Es una semana muy complicada para empezar, pero no me extrañaría si juega muy bien porque tiene tanto talento...".
Su victoria en la general la sitúa "en el top 5 de mis victorias", argumenta. Para Rahm, obvio, los grandes están por encima "y también la Ryder Cup porque es especial. Pero son categorías diferentes. Pero conseguir ganar la liga en primer año, con igual ciertas dudas que hubo sobre mí, no jugando mi mejor golf, si lo meto ahí. Fue un año muy difícil y terminar como terminé, fue muy especial".
Precisamente la Ryder Cup es una de las cinco citas primordiales en 2025 junto a los cuatro grandes -en los que por primera vez jugará escenarios en los que ya ha jugado- y el diálogo con el capitán Luke Donald es fluido. "Llevo hablando con él mucho. La comunicación es constante. Hoy en día es muy fácil mantenernos al día. Cuando a él o a mí nos hace falta hablamos", sostiene sin obviar el deseo de ver a Sergio García de nuevo en Bethpage, "por todo lo que aporta al equipo dentro y fuera del campo".
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