Los campeones no entienden de perder. No es un verbo conjugable por jugadores y equipos acostumbrados al podio. A trascender. Pero ahí, paralelamente, también se dibujan los puntos de inflexión para construir. A los 'Hispanos' les ocurrió en el último Europeo, el peor torneo en una década del balonmano nacional. Y en los Juegos Olímpicos de París consiguieron renacer. La caída ante Alemania (25-24) en semifinales fue un final de aventura duro... con una revancha bañada en bronce ante Eslovenia (9:00).
LAPRESSE
"Lo hemos hecho otras veces: nos levantaremos. Es horrible perder, pero nos motiva el bronce. Doy por hecho que estaremos a tope", reconoció Imanol Garciandia tras caer ante Alemania. Es la consigna clara antes de esa final de consolación contra un equipo al que ganaron (25-22) en la primera fase. Garciandia salió el Pierre-Mauroy con gesto compungido, pero fue de los primeros en recalcar que tienen una cuenta pendiente.
Pasa por un partido en el que España y Eslovenia se conocen de memoria. Han jugado mil y una veces, y casi siempre cae del lado de los de Jordi Ribera. La potencia de Vlah, la habilidad de Janc y una serie de 'muros' en Bombac o Dolenec son las dificultades claras. "Dependerá de nosotros. Si materializamos las acciones, podremos. Si seguimos empeñados en estamparnos con el portero será más complicado", confesó Gonzalo Pérez de Vargas, fundamental en el primer partido (43% bajo palos) ante la última rival en los Juegos.
Si materializamos las acciones, podremos. Si seguimos empeñados en estamparnos con el portero será más complicado
Pérez de Vargas
EFE
Es el pensamiento que debe rondar la cabeza de España. Rehacerse en ataque, levantarse en los dos lados de la cancha. Porque, de todo, lo más duro es esa sensación de oportunidad de oro, nunca mejor dicho, perdida en la semifinal. "Era la vez. Con Dinamarca podemos perder ocho de cada 10, pero esta era", señaló Pérez de Vargas. Con lo que el trabajo es técnico... y mental para estar al 100%.
"Tenemos que valorar donde estamos. Con el tiempo si es bronce lo querremos mucho más", cerró Jorge Maqueda, otra voz autorizada. Es la conjura de España antes de la cita con su destino. El ser o no ser en la revancha que los Juegos Olímpicos de París 2024 ofrecen.
