- Juegos Olímpicos. Las mejores imágenes de la ceremonia de inauguración
¿Pueden las sonrisas y los brazos en alto predecir el futuro? Quizá sí. Una de esas grandes muestras de alegría desmesurada era la de Ayoub Ghadfa en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024 mientras surcaba el Sena. El representante español en +92 kilogramos no ocultó su emoción en ningún momento. Era la suya, pero también es la de su deporte: el boxeo. Es la hora del golpe, nunca mejor dicho, sobre la mesa. Las medallas son un sueño, sí. Pero también un objetivo.
24 años son muchos para el boxeo olímpico nacional sin 'catar' metal. Las genialidades de Rafael 'Bala' Lozano en Atlanta 1996 y Sidney 2000 en el minimosca reportaron éxitos, pero quedan lejos. En Tokio 2020 (21) se rozó. Una decisión más que polémica con Gabriel Escobar y esa batalla igualada de Enmanuel Reyes Pla y Julio César La Cruz, que venció el cubano no estuvo exenta de polémica. Por la decisión del no siempre parcial jurado y por la actitud del púgil de Camagüey con su "patria o tumba" hacia el español.
Estuvo a tiro, y en París 2024 puede ser el paso de verdad. "Es el momento. Ya es hora de dar un paso más en la historia. Dejar la medalla de Sidney atrás y seguir con los resultados actuales. Todos tienen oportunidad y opciones. Su momento es bueno y creo que nos vamos a llevar una o dos medallas", defiende, precisamente, Lozano a MARCA horas antes del primer combate de sus pupilos. Pasa del podio del Centro de Conferencias y Exposiciones de la ciudad australiana a la dirección del equipo olímpico nacional.
Un sorteo beneficioso
Podemos pensar en una o dos medallas
Existen muchos motivos para la ilusión. Uno de ellos es un sorteo que sonrió, especialmente, a Reyes Pla y a Rafa 'Balita' Lozano Jr -hijo de 'Bala'. "Fue muy bueno, y es lo que hay en este deporte. Te puede tocar o no. Tres tendrán un camino contra púgiles kazajos, que es junto a Uzbekistán la potencia mundial. Lucharemos siempre", defiende el seleccionador.
A Reyes Pla (92 kilogramos) se le 'limpió' el camino, pues no toparía con La Cruz hasta una hipotética semifinal (ya habría medalla segura) y con su némesis solo se cruzaría en la final, el italiano Mouhiidine. Los dos primeros duelos no deberían tener mucha historia. "Vive un punto alto dentro de su carrera. Tras Tokio sufrió una bajada, pero hace un año empezó a apretar y está que se sale. Gana casi todos sus combates, con el mejor momento físico, mental y técnico-táctico. El camino, además, es positivo para meterse en medalla", destaca Lozano.
El cordobés, también, ejercerá de padre y seleccionador cuando su hijo (51 kilogramos) pise lona. Es el otro gran nombre tras los emparejamientos, pues no disputa la primera ronda y se medirá a Chiotia (Australia) y Huseynov (Azerbaiyán) en el camino al cajón. Nada se da por sentado, pero parte con garantías ante dos púgiles con los que debería tener cierto favoritismo. Y su confianza sigue subiendo. "Está muy contento, ilusionado y lleno de ganas. Quiere llevar una medalla a España por esas ganas de competir, boxear y mostrar su fuerza", explica su padre, el que mejor sabe cómo se alcanza tal objetivo.
En la pelea
No se queda ahí el completísimo 'roster' del equipo nacional. José Quiles (57 kilogramos), que quizá mostraba más garantías del ciclo, tendrá una batalla durísima al cruzarse con Sabyrkhan y Khalokov, dos habituales del podio de grandes campeonatos. Si sale indemne, las opciones se multiplican para todo. Eso sí, serán guerras con especialistas en el campo olímpico.
Algo similar ocurrirá con Ghadfa, que solo debe ganar dos combates, pero uno debería ser contra Kunkabayev, bronce en Tokio 2020. Eso sí, viene de un ciclo tremendo. "Fue hace unos meses campeón de Europa, ganó fácil los combates para clasificarse y deportivamente tiene mucho dentro. Puede ganar a cualquiera, aunque se mida a una potencia como Kazajistán", analiza Lozano.
Otra esperanza pasa por Laura Fuertes (50 kilogramos), la única representante femenina. Su estreno con la mexicana Herrera puede venir a la perfección porque esperará en el siguiente cruce a la medallista olímpica y mundial Cakiroglu. Rodaje antes del peleón. "Ya boxeó con ella en Turquía, en semifinales, y el combate estuvo muy parejo. Para mí no perdió. Con jueces un poco parciales puede ganarle y se puede meter entre los mejores. Vive un buen momento y, con sinceridad, debe pasar los primeros combates porque son raros entre la responsabilidad y el momento que vive. Pero está tranquila y debemos aprovechar el momento", concreta el seleccionador.
Ya boxeó [Laura Fuertes] con ella [Cakiroglu] en Turquía, en semifinales, y el combate estuvo muy parejo. Para mí no perdió. Con jueces un poco parciales puede ganarle y se puede meter entre los mejores
Antes de todos partirá el primero a la batalla. Oier Ibarretxe (63,5 kilogramos), la gran sorpresa entre los clasificados tras su enorme Preolímpico. Eso sí, en el pabellón pegado al Aeropuerto de Charles de Gaulle vivirá un inicio tortuoso. Mukhammedsabyr, de Kazajistán, aparece como primer rival. Ahí empezará a soñar el boxeo español. El muro de Sidney puede caer a derechazos.