Tardó 20 años en conocerla, pero desde que lo hizo, Mireia Benito (Llorenç del Penedès, 1996), no se ha bajado de la bicicleta. Al principio no se querían. Una condropatía rotuliana le obligó a dejar su amado baloncesto y el médico le recomendó fortalecer los cuádriceps con el ciclismo. A regañadientes, al tiempo que cursaba tercero de biotecnología, empezó a rodar y acabó cogiéndole gusto. Siete años, una carrera y dos másteres después, Mireia alcanza el sueño de participar en unos Juegos Olímpicos. Será la representante española en la contrarreloj individual (es la vigente campeona de España en esta modalidad) y acompañará a Mavi García en la carrera en ruta.
Mi yo de hace diez años no se lo iba a creer, eso está clarísimo
- Tiene 27 años, va a competir en unos Juegos y le ha dado tiempo a estudiar biotecnología y complementarlo con dos másteres: uno en biología molecular y biomedicina y otro en profesorado... ¿Cómo lo ha hecho?
- Cuando empecé con el ciclismo estaba en tercero de carrera, en biotecnología. Al principio fue muy complicado porque cuando estás en un nivel bajo nadie te ayuda. Te dicen: para hacer carreritas de pueblo no necesitas que te cambie los exámenes, ni mucho menos. Entonces yo siempre tenía la pelea de que quería llegar a ser profesional, aunque todavía no lo fuera. La verdad es que fue complicado... Cuando acabé el primer master pasé un año horrible. Estaba haciendo muchas horas: laboratorio de 7 a 9 de la mañana, salir un rato en bici, clase por la tarde hasta las 9... Era un ritmo insostenible. Así que para el segundo máster hice una apuesta con mis padres y decidí partirlo en dos años para poder disfrutar un poco más del ciclismo. Dijimos que si encontraba un contrato profesional dejaría de estudiar y trabajar y, si no lo seguía, dejaría la bici y buscaría un trabajo de lo mío. Y justo el último año de la apuesta apareció el contrato.
Me decían: para hacer carreritas de pueblo no necesitas que te cambie los exámenes...
- ¿Qué fue exactamente lo que le obligó a cambiar de deporte?
- Tenía condropatía rotuliana. Es una lesión común en el baloncesto. No trabajaba bien los cuádriceps y la musculatura que rodeaba la rodilla, así que el médico me dijo que el ciclismo me vendría muy bien. Al principio no me gustaba nada y salía refunfuñando. Mi pareja competía en un equipo no profesional y salía a menudo, así que al final, al ver que iba mejorando, me iba motivando. El equipo de baloncesto tuvo que cerrar y todo se redireccionó a la bici.
- Y ahora, los Juegos... ¿Cuál es su objetivo?
- A medida que nos vamos acercando van apareciendo los nervios y la incertidumbre de qué es estar en unos Juegos. Te preguntas cómo será la Villa y cómo estará organizado. Yo vengo de hacer un buen bloque de trabajo en Andorra y, por mi parte, he hecho todo lo que está en mi mano para llegar en las mejores condiciones posibles.
- Y supongo que con mucha ilusión...
- Sin duda. El objetivo es disfrutar. No es el único objetivo, pero sí el principal. En el momento en que dejas de disfrutarlo, pierde el sentido. No sólo en los Juegos, sino en general. Cuando aparece la presión y los nervios, a veces es fácil olvidar lo más simple, que es disfrutar de una experiencia así. Es un momento que pocos deportistas alcanzan, así que estoy orgullosa de llegar aquí y muy agradecida a los que me han ayudado a hacerlo.
Estoy a disposición de Mavi para que pueda exprimirse al máximo... Creo que puede estar en un top-3
- A nivel competitivo, ¿qué podemos esperar de Mavi y de usted?
- Por mi parte, me pongo a total disposición para lo que pueda hacer falta a Mavi en la carrera en ruta. Creo que viene en un punto de forma muy bueno y, por mi parte, estoy a disposición para que pueda exprimirse al máximo porque, honestamente, creo que puede estar en un top-3. Es difícil porque es un circuíto de esfuerzos cortos y eso no es lo que mejor le viene, pero con el nivel que está demostrando estará dando guerra.
- Una carrera sin pinganillos beneficia a una persona como usted, que se ha formado y trabajado mucho la mente.
- Creo que es la parte clave. Saber dónde gastar y dónde optimizar más. Tendremos que ser inteligentes porque somos dos en vez de cuatro y eso significa que tenemos que optimizar aún más. Saldremos concentradas desde el minuto cero y estaremos atentas para reaccionar cuanto antes. A ver cómo está el tema de relacionarnos con el coche porque creo que eso también va a ser muy difícil, así que será algo entre Mavi y yo. Por suerte nos llevamos muy bien y nos entendemos genial.
- Me voy diez años atrás en el tiempo, cuando jugaba a baloncesto y no había probado la bici. ¿Se imaginaba estar en unos Juegos?
- No hace falta ir tan atrás. Si me lo dices a principios de este año tampoco me lo creería [risas]. En mi mente pensaba que no tendría la oportunidad de estar, pero con el paso de los meses empecé a recibir ímputs y pensé que sería increíble. Estar aquí es espectacular. Tenemos pocas palabras para describirlo. Mi yo de hace diez años no se lo iba a creer, eso está clarísimo. Son caminos de la vida. Cuando tuve que dejar el baloncesto fue un momento importante de mi vida. Estaba jugando a un nivel muy amateur, se me daba mal, pero yo estaba encantada y enamorada del baloncesto, así que cambiar no era lo que más me apetecía. Y menos por una lesión... No sabía si estaba haciendo lo correcto, pero siempre que tomas una decisión es por algo y yo puedo confirmar a mi yo del pasado que fue una buena decisión.