FÚTBOL - JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS 2024

España - Japón

España se impone a sus fantasmas

Los goles de Bonmatí y Mariona remontan el tanto inicial de Fujino en el debut olímpico de la selección

Aitana Bonmatí, en el momento de marcar el gol ante Ayaka Yamashita /...
Aitana Bonmatí, en el momento de marcar el gol ante Ayaka Yamashita / EFE
Actualizado

Hay días que, pase lo que pase, uno sabe que pasarán a la historia. Cuando alguien busque en el futuro el debut de la selección femenina de fútbol en unos Juegos Olímpicos tendrá que acudir al 25 de julio de 2024, fecha en la que España se impuso a Japón (2-1) en el Stade de la Beaujoir de Nantes.

Tomé ya había avisado en la previa que empezarían en modo campeón. Por algo España es la actual campeona del mundo y número 1 del ranking FIFA. Y por eso alineó a un equipo que podría definirse como de gala, recuperando a Guijarro para la medular y dejando a Jenni en el banquillo.

Los fantasmas del pasado (aquella derrota en el Mundial) sobrevolaron el área de España desde el segundo minuto de juego cuando, tras una pérdida en la salida de balón, Tanaka asistió a Fujino cuyo disparo fue repelido por Cata en una parada más propia del balonmano.

Susto inicial

La problemática se repitió en diferentes ocasiones, mostrando las dificultades de las nuestras de salvar la presión en bloque medio-alto que ejercieron las Nadeshiko. Volvieron a saltar las alertas en el minuto 12 cuando un balón en largo buscando a Fujino provocó la salida del área de la meta balear, cuyo mal despeje provocó la falta Guijarro que dio pie al golazo de falta directa de Fujino.

No hay mejor remedio para superar los propios miedos que la confianza. Y en eso, la selección ha ganado mucho en el último año. El equipo se volcó hacia adelante con la portería de Yamashita en el punto de mira y no tardó en recuperar el equilibrio. Un pase filtrado de Athenea para Bonmatí en la frontal dio pie a que la Balón de Oro resolviera con calidad ante la meta nipona.

De menos a más

España recuperó el aliento y fue a por más. Alejó el balón de su área y lo tocó, y mucho, en el rectángulo rival. A veces de más. Fue paciente a la hora de encontrar espacios y generar ocasiones, siendo las más claras un córner que remató Paredes después de controlar con el pecho y que sacó la defensa nipona bajo palos y un centro lateral de Olga que despejó Kumagai cuando las españolas hacían cola para el remate.

Las nuestras salieron con otro talante tras el descanso. Más agresivas, más seguras, más atrevidas. Más España, en definitiva. El equipo movió el balón con velocidad y buscó con acierto la espalda de la defensa nipona. Athenea por banda derecha y Olga por la zurda se sacaron el telepeaje para moverse sin oposición hasta línea de fondo y ahí buscar a una Salma que no tuvo su día de cara a puerta. Cuando no acertaba con el desmarque lo hacía con la dirección del disparo.

Mariona desatascó el partido

Tomé agitó el avispero pasada la hora de juego dando entrada primero a Oihane y luego a Jenni. El gol que acabaría de voltear el marcador llegó a un cuarto de hora para el final, una jugada de tikitaka que acabó con una pared de Mariona y Aitana dentro del área para que la todoterreno balear mandara el balón al fondo de las mallas con un derechazo con rosca que se cantó en la grada incluso antes de que hubiera entrado en la portería.

España controló a la perfección los últimos minutos del duelo, jugando en campo contrario y agarrando el balón como si fuera el tesoro más preciado. Ayudó que Japón, a pesar de ir a la contra, no cambió el dibujo de cinco defensas y sus atacantes ya estaban quemadas de ir corriendo tras el balón. El primer capítulo se cerró con final feliz. Ojalá que este libro tenga seis páginas y la última letras de oro. Para seguir leyendo habrá que esperar al domingo...