Simone Biles sigue agrandando su leyenda en el imponente Bercy Arena de la capital sa, en el que ha ganado hoy su tercer oro en estos Juegos Olímpicos de 2024. La estadounidense se ha impuesto en el salto, uno de los aparatos que domina con mano de hierro desde su rutilante aparición en el escenario de la gimnasia mundial hace ya 11 años.
La americana ha empezado con un Yurchenko doble carpado y ha seguido con un Cheng -medio giro antes de tocar la tabla y, en el vuelo, mortal planchado con giro y medio-, repitiendo los que ya había ejecutado en la ronda de clasificación.
15.700 y 14.900 puntos para 15.300 de media. Biles sonreía relajada mientras charlaba con su entrenador, Laurent Landi, esperando sus resultados, conocedora de que había sentenciado la final.
Y eso que faltaba por competir otra gigante de la gimnasia artística como la brasileña Rebeca Andrare, que con 14.966 puntos de media -15.100 y 14.833- hubiera ganado cualquier final sin la presencia del mito tras otro Cheng superior al de la estadounidense y un Yurchenko con doble pirueta y media.
El bronce, ya mucho más lejos, se lo quedaba la también estadounidense Jade Carey, que se abrazaba a la ganadora al conocer los 14.466 puntos que le permitían subir al tercer escalón del podio.
A por los cinco oros de Stuttgart 2019
La mayor estrella de la delegación estadounidense en París está ya a solo un oro, que muy probablemente ganará el próximo lunes 5 de agosto en el suelo, de ser el segundo deportista olímpico de toda la historia en ganar cuatro o más títulos en dos Juegos diferentes. El único precedente lo había firmado el intocable Michael Phelps, que lo hizo hasta en cuatro ediciones -Atenas 2004, Pekín 2008, Londres 2012 y Río 2016-.
Biles puede además ganar ese mismo día un quinto oro en la barra de equilibrio, aparato en el que logró la segunda mejor puntuación en la ronda de clasificación, a poco más de una décima de la china Zhou Yaqin. Hasta ahora, sólo ha ganado cinco oros en un gran campeonato, el Mundial de Stuttgart de 2019.
Si lo logra, igualaría a la gimnasta ucraniana Larisa Latynina -que compitió como soviética-, al atleta finlandés Paavo Nurmi y a los también estadounidenses Carl Lewis y Mark Spitz con nueve oros, justo por detrás de los 23 de Phelps.
Y es que nadie duda de que si no media ese crisis de salud mental en Tokio, Biles hubiera sido el segundo deportista en romper la barrera de los diez oros en unos Juegos.