Cuatro centésimas, lo que dura un parpadeo o una entrada en un buscador de internet, privó al relevo español de 4x100 libre de la final más vertiginosa por equipos de la natación. Sergio de Celis, Luis Domínguez, César Castro y Mario Molla acabaron sextos con récord de España (3:13.19, 54 centésimas mejor que el registro de los Europeos de Roma de 2022), pero distanciados por esa miseria de Alemania, que cazó el último billete en la fabulosa piscina de La Defense Arena.
Fue un palo porque a Molla, el último relevista, se le hicieron largos "los últimos 25 metros. Pero había que salir a tope". El barcelonés había llevado al equipo hasta la tercera plaza a falta de 50 metros, pero en la vuelta le pasaron los italianos, los húngaros con un desatado Hubert Kos y los alemanes. "Competir a tanto nivel con la presión añadida de unos Juegos y hacer el récord está muy bien. Nos hemos quedado a nada y por eso estamos algo resentidos, pero hay que seguir", insistió.
Mientras Castro, el extremño que tiene operados los dos hombros y al que la distancia se le queda corta, rebajó en una centésima la mejor marca de su vida en un relevo lanzado, De Celis estuvo por debajo de su récord de España. "No he acabado muy contento de mi marca, pero hemos disfrutado de nuestra primera experiencia en unos Juegos Olímpicos, el nivel que hay.... A lo mejor no era nuestro día. Novenos es un palo porque teníamos equipo para nadar la final".
Con una media de edad de 24 años, el relevo demostró que el camino emprendido por la natación española y que debe culminar en Los Ángeles está a la altura de las expectativas.
España nadó la primera serie en la que China, envuelta aún en la polémica de todo el año con la Agencia Mundial Antidopaje, marcó el mejor tiempo con 3:11.62 metiendo más de medio segundo a Australia, que ganó la segunda serie (3:12.25) sobre Estados Unidos (3:12.61). Los americanos reservaron a sus dos mejores hombres Alexy y Giuliano, y Caeleb Dressel, en el relevo final, no pudo remontarle a los australianos.
Esa misma estrategia siguió Francia, guardando a Manaudou y Grousset, y la campeona del mundo en 2013 y olímpica en 2012 se quedó fuera de la final llenando las gradas de decepción. En el aperitivo de la gran final de la tarde, las eliminatorias, todas las favoritas reservaron energías. Katie Ledecky marcó el mejor tiempo (4:02.19), por delante de Ariarne Titmus (4:02.46), Erik Fairweather (4:02.55) y Summer McIntosh (4:02.56), las cuatro primeras de los Mundiales de Fukuoka el año pasado.