Antes de que empezara la carrera aún había dudas. La prueba masculina, agendada para el martes, se había aplazado a causa de los altos niveles de bacterias en el agua del Sena por las lluvias torrenciales de finales de la semana pasada. Tampoco se habían podido llevar a cabo los entrenamientos del segmento de natación y las triatletas se plantaron en el pontón de salida totalmente 'a ciegas'.
A pesar de la preocupación por el agua, tras el visto bueno de World Triathlon y de la organización de París 2024, la prueba comenzó puntual a las 8:00 horas, como estaba previsto. Fue un comienzo agitado y en 'río revuelto' fue toda una veterana como Flora Duffy, la campeona en Tokio 2020, quien tomó la cabeza en lo que parecía ser una natación especialmente difícil.
Volando río abajo hacia el Puente de los Invalidos y luchando contra la corriente en los tramos de regreso al Puente de Alejandro III, el ritmo de triatleta de Bermuda (país más pequeño del mundo en conquistar un oro olímpicos) enfiló el grupo de nadadores provocando una auténtica escabechina.
Duffy fue la primera en salir del agua con casi diez segundos de ventaja sobe la segunda camino de la primera transición. Las españolas Anna Godoy y Míriam Casillas salieron del agua a 1:30 y 3:58 respectivamente de la líder. Una ventaja insalvable que las abocaba a luchar por objetivos menores.
Fuga sin éxito de Flora Duffy
Tras un intento de escapada sobre la bici, Duffy acabó siendo cazada por un grupo perseguidores en el que evitar las caídas se convirtió en toda una prueba de supervivencia. Las curvas y el asfalto mojado jugaron más de una mala pasada a las triatletas hasta conformarse un grupo de nueve ciclistas con varias de las favoritas al título bien colocadas. Las sas Cassandre Beugrand y Emma Lombardi, las británicas Beth Potter y Georgia Taylor-Brown y la estadounidense Taylor Spivey, habituales estrellas en las Series Mundiales, estaban entre las elegidas.
A medida que el sol se abría paso entre las nubes, iluminando el impresionante horizonte de París a lo largo del Sena, la fuga se asentaba con un minuto de diferencia sobre el pelotón perseguidor. Tras 40 kilómetros sobre las dos ruedas, la segunda transición dictó sentencia.
Todo se decide a pie
De forma inesperada, fue la suiza Julie Derron la que tensó los 10 kilómetros finales de carrera a pie desde el primer metro. Empezaron a aparecer huecos y Duffy, Spivey y Taylor-Brown cedieron tras la primera vuelta. Era cosa de cuatro triatletas, con Derron ejerciendo de locomotora llevando a Potter, Beaugrand y Lombardi a rebufo.
Tras un épico esfuerzo final, el cambió de ritmo de Beaugrand rompió la carrera y para delirio del público local, la sa se marchó en solitario hacia la meta para colgarse un oro imperial. Derron certificó la sorpresa del día llevándose la plata ante la británica Potter, quien no tuvo la marcha extra que muchos esperaban. La también sa Lombardi se tuvo que conformar con la cuarta plaza entre lágrimas.
Por detrás, Anna Godoy supo manejar los ritmos sin quemarse para firmar una meritoria decimoséptima plaza y resarcirse así de su actuación en Tokio 2020 donde no pudo acabar la prueba. Míriam Casillas, por su parte, entró trigésimo tercera en meta después de ganar más de diez posiciones en el último sector a pie, su especialidad.
