La apuesta de Audi en la F1 sigue subiendo

Nadie oculta que la Fórmula 1 de 2026 será radicalmente diferente. Cambia la normativa y habrá que construir algo nuevos. “Es un reinicio”, apuntó Christian Horner, jefe de Red Bull. Principalmente, todos miran a los motores que se adaptaron para una entrada más adecuada de la nueva gran marca a la categoría reina, Audi y el Grupo VAG.

Audi no viene de mera comparsa. Nunca lo hace. Su historia está llena de apuesta y éxito. Le pasó en la década de los 80, cuando revolucionó el WRC y desesperó a los Lancia de Cesare Fiorio con los Quattro. Sumaron dos títulos de pilotos con Stig Blomqvist (1983) y Hannu Mikkola (1984). También en la resistencia. Su TDI se convirtió en dinamita y alcanzó 13 (solo por detrás de las 15 de Porsche) éxitos en las 24 Horas de Le Mans en sus diferentes versiones de los LMP1. Y en el Dakar, con ese vehículo sin sonido, que bebía del eléctrico y tenía relación con la tradición. Ganó Carlos Sainz tras un show en el Empty Quarter contra Sébastien Loeb.

En la Fórmula 1 buscan la misma idea. Su primer paso fue su unión a Sauber, que aunque lleva un tiempo fuera de la primera fila, es un equipo en el que dictarán las líneas maestras. Quieren ir más allá, por ejemplo, de aquel BMW Sauber que a finales de la década de 2010 daba guerra con Robert Kubica y Nick Heidfeld.

Se entiende desde la toma de decisiones. Sauber decidió cambiar de hogar y prescindirá de su centro técnico en Hinwil para ir a la 'meca' de la técnica en la Fórmula 1, Gran Bretaña. Buscan, claro, atraer talento y que el equipo suizo tenga una base formada antes del desembarco total del equipo alemán.

Hay fichajes, además. Los de Mattia Binotto y James Key por encima de todos, y figuras reconocidas. Pero también Stefano Sordo, que será jefe de rendimiento después de trabajar en McLaren y Red Bull. O Jonathan Wheatley, jefe de equipo tras salir del equipo de las bebidas energéticas.

Aunque solo la pista puede decir qué son. Primero, con la pareja de pilotos. Los mejores tienen contrato asegurado y apostar por Hulkenberg y Bortoleto -pilotos en 2025- tiene dosis de riesgo. Como poco. Allí han surgido nombres como Sebastian Vettel y los numerosos rumores de poder regresar. Y también su adaptación a eso que temen todos: los motores. Sí, se supone que adaptan a Audi, pero el que mande de inicio parece que será el que más rápido entienda como hacerlo ganador. Adrian Newey lo dejó muy claro mientras presiona a Honda para su Aston Martin.